No es fácil deducir en un primer vistazo que quien habla y saluda sonriente es uno de los referentes artísticos españoles más reconocidos. Pero la duda y el escepticismo duran apenas un instante, lo que él tarda en hablar, al tiempo con pasión y sosiego, de colores, movimientos, formas, épocas, texturas… todo aquello que conforma la materia que le ha convertido en pintor.

Cuando la entrevista concluye, una conversación en la que, como sin querer, Gordillo va dejando frases clarividentes como mojones, el artista recobra la apariencia con la que llegó. Se calza el gorro de lana y como un montañero con muchas leguas en los pies y en el espíritu, abre la puerta y se adentra en el mundo, allí, fuera, donde hace tanto frío.

Referente artístico

La trayectoria de Luis Gordillo, siempre marcada por la experimentación continua así como por el cambio de registros en su producción, ha sido con frecuencia encuadrada dentro de la abstracción, una definición que encorseta un trabajo que va más allá, en un perseverante afán de descubrimiento de nuevos horizontes plásticos. En esa búsqueda se acercó al informalismo, siguiendo, entre otros, los pasos de Tàpies y Dubuffet.

Considerado como uno de los artistas españoles que mejor ha interpretado el arte pop en los sesenta, ha explorado la importancia de la serie y la repetición como herramienta compositiva. Gordillo considera que una imagen que está sometida a un continuo proceso de reproducción nunca alcanza un estado definitivo.

Por otro lado, tras el descubrimiento y la práctica del psicoanálisis, introdujo en su trabajo el interés por los significados y por la vinculación entre el mundo del pensamiento, el de la experiencia y el de la expresión estética. Pero una de las aportaciones más singulares de Gordillo al arte contemporáneo ha sido la definición de estrategias cromáticas apropiadas de fenomenologías urbanas actuales. En este sentido, su trabajo se relaciona con la tradición de la fotografía documental y de culturas populares vinculadas con el diseño gráfico.

Innumerables reconocimientos

Entre las distinciones que ha recibido cabe destacar el Premio Nacional de Arte Gráfico 2012, el Premio Velázquez a las Artes Plásticas (2007), su nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Facultad de Bellas Artes de Cuenca (2008), la Medalla de Oro de las Bellas Artes de Madrid (2004), el Premio Aragón-Goya de Pintura (2003), el Premi Ciutat de Barcelona d’Arts Plastiques (2000), el Premio Tomás Francisco Prieto de la Casa de la Moneda (1999), la Medalla del Honor al Mérito en las Bellas Artes (1996), el Premio CEOE a las Artes Plásticas (1992), el Premio Andalucía de las Artes Plásticas (1991) y el Premio Nacional de Artes Plásticas (1981).