Cuando terminó la universidad, Altés empezó a trabajar como diseñadora gráfica para una empresa durante cinco años. Necesitaba un cambio y tomó la decisión de irse a Inglaterra porque allí encontró un curso especializado en ilustración infantil, y como su inglés era “pésimo”, según cuenta ella misma, pensó que “así aprovecharía y aprendería el idioma”.

Soy un artista, que acaba de lanzar en España la editorial Blackie Books, es el tercer álbum que publica en el mercado anglosajón bajo el sello Macmillan. Ya se ha traducido a más de cinco idiomas y en Reino Unido ha supuesto toda una revelación en el mundo de la literatura infantil.

“Con Soy un artista principalmente quiero que los niños y sus padres (o los lectores adultos) se diviertan. El pequeño artista protagonista tiene una manera muy diferente de ver las cosas, y esto puede dar pie a muchas conversaciones interesantes. Pienso que se tiene que cuidar mucho la imaginación y la creatividad de los pequeños”, cuenta su creadora, sorprendida por la buena acogida del libro.

“Estoy recibiendo mails de pequeños artistas (y sus familiares) a los que les ha gustado mucho. Algunos incluso lo han usado de inspiración para crear su propias obras. Un niño, por ejemplo, hizo un móvil con perchas y utensilios de cocina y casi lloro de la emoción cuando lo vi… ¡qué risa!”, relata.

El boom de la ilustración

Marta cree que hay un «boom» de la ilustración en general y que las redes sociales e internet han ayudado a todos a dar a conocer su trabajo. “Se está usando ilustración en muchos soportes diferentes. Cuando pienso en ilustración infantil no puedo evitar pensar en libros, porque es en lo que estoy trabajando más, y en mi opinión, se están haciendo cosas muy interesantes y diferentes. Se está empezando a pensar que un álbum ilustrado no tiene porqué ser un libro infantil, y creo que eso es genial”.

Reconoce, sin embargo, que los ilustradores, igual que los autónomos de otros sectores, lo tienen muy difícil en España porque las cuotas son muy altas y “se hace muy complicado poder dedicarte a ello. A pesar de las dificultades parece que hay un boom de la ilustración porque la gente se está esforzando mucho por salir adelante”.

Altés piensa que la diferencia entre la ilustración infantil y la de adultos está en el contenido o en el mensaje que hay detrás. Para ella, visualmente, no tendría por qué haber una gran diferencia y, de hecho, hay muchos ilustradores que trabajan para ambas y no cambian la manera de trabajar. “Creo que quizá hace tiempo la diferencia era más grande, pero a día de hoy se publican muchos libros con un lenguaje visual que quizás antes se consideraba demasiado sofisticado o no suficientemente fácil para niños. Y los niños son muy listos”, remarca.

Tiene muy en cuenta que, aunque los adultos son quienes compran los libros, son los niños los que deciden qué libro sacan de la estantería para leer o cuál les leerán por la noche antes de ir a dormir. Por eso intenta que en sus libros exista una lectura paralela para los padres y que ellos también lo disfruten. En Soy un artista, por ejemplo, hay varios guiños para los lectores adultos.

El cuarto álbum ilustrado de Marta Altés con Macmillan Children’s Book se publicará en el mes de junio en Reino Unido. Ahora mismo está trabajando en la etapa final de su quinto álbum, que publicará con la misma editorial, y en un cómic. “Siento que con cada proyecto voy evolucionando y cambiando la manera de trabajar. Creo que lo que tienen en común todos mis trabajos es el sentido del humor y que los lectores se pueden identificar con las historias”.


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Soy un artista
Marta Altés
Editorial Blackie Books
Tapa dura / 27×22 cm
32 páginas
Precio: 14,90 euros