Líder del grupo de pop francés Dionysos, y escritor de novelas como La mecánica del corazón, La alargada sombra del amor o La metamorfosis en el cielo, Malzieu nos sumerge en un mundo de mujeres que desaparecen, de esencias de beso en forma de bombones, de loros que buscan mujeres guapas y que imitan orgasmos o de chicos «inventores-deprimidos» que van en monopatín. Sin embargo, al final, con adornos y poesía variada, todo se reduce a la historia de siempre: cómo reponerse tras la “guerra mundial del amor”, es decir, cómo abordar la vida después de una ruptura profunda y dolorosa.

“Ante una mujer invisible uno puede imaginar todo un mundo a su alrededor. El hecho de que sea invisible casi nos tranquiliza en un primer momento porque no supone ningún compromiso. Por eso hablo del beso más pequeño, porque es un golpe de adrenalina, una pequeña descarga que permite sentir sensaciones fuertes. Es un primer paso. Luego hay que entrar en ambientes más humanos, más cercanos, y ahí es cuando viene la parte más difícil”, afirma Malzieu.

¿El nuevo Tim Burton?

Comparado con Tim Burton, Roal Dahl, Exupery o Boris Vian por su mundo poético, confiesa que todos sus personajes están relacionados con experiencias que ha vivido emocionalmente en primera persona, a pesar de que luego les añade alquimia y elementos fantásticos. “Nunca son elementos decorativos, sino elementos que me permiten hablar de temas como la pasión amorosa, la diferencia, el duelo… Soy, en cierto modo, el personaje principal del libro, pero la mujer invisible también tiene una parte mía, y a su vez, también el detective privado que aparece. Luego enlazo estos personajes con otros que me gustan o personas a las que quiero. Soy una especie de cocinero o sabio loco, que mezcla distintos ingredientes de la realidad con diferentes ingredientes de lo imaginario para crear una historia, aunque su base, la materia prima, siempre es la realidad”.

Líder de los Dionysos desde hace justo 20 años, la música se entronca con su forma de narrar de manera natural. Su último disco, Bird’n’roll, fue una transición entre el libro anterior y éste. En él hay canciones que, a su vez, le han inspirado para crear esta historia. Gira y escribe libros, promociona libros y escribe canciones. Todo en su mundo se superpone.

«Soy un transmisor»

El beso más pequeño, que acaba de salir a la venta en nuestro país, es la mejor prueba de que si nos volvemos caprichosos con lo invisible, al final lo cercano y visible pasa totalmente desapercibido.

“Podemos soñar mundos maravillosos, podemos soñar una gran musa, sin embargo, a veces esa musa está a nuestro lado y vive ahí desde hace años”, afirma Malzieu. “A veces algo está tan cerca de nosotros, y es tan evidente, que dejamos de verlo. Es como cuando tenemos algo tan cerca que lo vemos borroso. Por eso, a veces hay que poner un poco de distancia y descubrir que no hay que irse al otro lado del mundo para encontrar una princesa, quizás la princesa es la farmaceútica [como la del libro], que vive al lado. Esta puede ser una gran aventura, la aventura de captar esta simplicidad”.

Este libro está creado al estilo de una canción. La poesía está por todas partes (incluso un apéndice con 20 poemas acompaña la novela). Su autor confiesa que trata, en el fondo, de atrapar frecuencias: «A veces entre las canciones y el público se genera algo especial que va más allá de los aplausos. En algunas ocasiones no ocurre esa magia a pesar del esfuerzo, y en otras se puede palpar perfectamente. Mi trabajo consiste en abrirte para poder atrapar esa frecuencia, para poder atrapar esa poesía que existe en los conciertos, en los libros o en el cine».

Malzieu se siente como un transmisor entre el mundo de los niños y los adultos, el mundo de lo real y lo imaginario. «Busco ese paso del mundo real al mundo imaginario, de la música al cine, del cine a la literatura. Se trata de atrapar esa frecuencia para curar, para sanar uno mismo y para compartirla con los lectores, a quienes me gusta llamar amigos o primos telepáticos porque son personas que un escritor no conoce pero con las que uno comparte cosas muy importantes».

 

El pequeño juego de las tonalidades

La atmósfera que crea para la protagonista principal de la novela, envuelta en un asma en re menor, es muy musical. Todo el libro se mueve entre esta tonalidad y algunas pinceladas de otras en tonos mayores que lo dotan de colorido. El propio autor, si tuviera que definirse con una tonalidad, confiesa que sería la menor por su dimensión frágil y triste, propia de los tonos menores, pero también con ese componente épico, de la epopeya, del impulso.

Desde hoyesarte.com le proponemos un juego, un juego que realmente sugiere él con su nueva novela al identificar determinados sentimientos con una tonalidad. Así, le damos algunas y él responde con lo que éstas le sugieren:

  • La menor – «Para mí es un acorde épico, de western. Es sombría porque es menor pero es una tonalidad un poco musculosa. Es testosterona, realmente. Menos frágil que el re menor, que encuentro más femenino».
  • Fa mayor – «Reconforta, tranquiliza. Es muy masculina también pero bastante paternalista. Te abraza. Es sólida, un poco viril también. Transmite solidez».
  • Sol menor – «Es dramática. Sí, dramatismo puro. Es menos épica que el la menor. Es el drama. El anuncio de una explosión o algo así».
  • Do mayor – «Do mayor suele ser para el comienzo de una canción. Es el acorde de toda la música country. Hay muchos temas compuestas en do mayor. Es un acorde falsamente anodino. Para mí es un punto de partida, un comienzo que puede ser algo muy alegre pero al mismo tiempo puede evolucionar hacia otras cosas».
  • Do menor – «Es una acorde de transición. Quizás es mi forma de componer, pero nunca se me ha ocurrido empezar en do menor. Me gusta mucho cuando do mayor se transforma en do menor. Si quiero hacer algo dramático empiezo en do mayor y luego paso a do menor y estoy ya en un mundo que se acerca a lo dramático, pero que todavía no lo es».

 

La mecánica del corazón, al cine

Por otro lado, La mecánica del corazón, la novela de Malzieu publicada en el año 2007, llegará a la pantalla grande en forma de película animada en 2014. Se trata de una historia romántica decimonónica con Jack como protagonista, un hombre que no conoce el amor y que vive gracias a un reloj de madera. El cineasta Luc Besson se ha embarcado en el proyecto y es el productor. La banda sonora corre a cuenta de Dionysos y también todo su universo sonoro.

«Ha sido genial trabajar con Besson. He aprendido muchísimo. Cuando llegué con mi guión, lo que hice fue seguir el plan del libro escena por escena, pero duraba cinco horas. Luc me dijo que había que jerarquizar las escenas y tener muy claro lo que se iba a contar. Lo más importante es que en ningún momento se puede olvidar que el personaje principal no puede enamorarse y que, finalmente, se enamora», cuenta el autor.

El personaje de Jack, con el que Malzieu se identifica, creado para la película 'La mecánica del corazón'.

El personaje de Jack, con el que Malzieu se identifica, creado para la película La mecánica del corazón.