La lista de conquistas de Heras-Casado se vuelve casi interminable. No deja de publicar discos, de comprometer temporadas, festivales y de unirse por completo a la ciudad de Nueva York, en la que dirige desde 2011 a la Orquesta de St. Luke. Acaba de publicar por primera vez con Archiv un disco dedicado a reivindicar la faceta empresarial de Farinelli, con 11 primeras grabaciones mundiales, y se convierte así en el primer español en grabar con el prestigioso sello de Deutsche Grammophon. De sus proyectos, de su carrera y su forma de ver la música ha conversado con hoyesarte.com.

Acaba de dirigir a la Filarmónica de Nueva York, ¿cómo ha sido la experiencia?

Muy emocionante porque, en efecto, era la única formación importante que me quedaba por dirigir en Nueva York. Me quedaba la Filarmónica después de cinco años en la ciudad, una de las grandes orquestas del mundo a nivel histórico y era muy importante para mí dirigirla precisamente en esa ciudad, tener un buen debut y una buena relación con ella. Ha sido una experiencia estupenda. Estoy muy contento y con ello se me ha completado el círculo para que de alguna manera pueda considerar Nueva York como la ciudad de mi residencia musical.

¿Fue muy diferente a su debut el pasado noviembre con la orquesta del Metropolitan Opera House?

Tienen muchos puntos en común. Las dos son grandes orquestas y las dos tienen una tradición y una historia apabullante. A la vez tienen una frescura y una capacidad de tomar riesgos y de cambiar perspectivas, que para mí es una de las mejores cualidades en una orquesta. Están muy abiertas. A una la dirigí en una ópera y a la otra con un programa sinfónico, pero en ambos casos ha sido una experiencia estupenda.

«Una orquesta tiene que tener capacidad para tomar riesgos»

¿Cómo sería su orquesta ideal?

Una en la que los componentes técnicos, la tradición artística, la inteligencia y la capacidad de escucha estén equilibrados con la capacidad de tomar riesgos y nuevas perspectivas.

¿Qué hace cuando le llega una nueva partitura?

Me gusta abrirla enseguida y empezar a familiarizarme y a escribir en ella. Escribo siempre mucho en las partituras y me gusta tener contacto físico con el material. Voy reconociendo la parte más externa para ir luego profundizando poco a poco: escribiendo indicaciones y, sobre todo, viajando con ella. Paso mucho tiempo con ella.

A diferencia de otros directores, usted no usa batuta….

Lo de la batuta es una cuestión muy personal. Empecé a dirigir sin batuta porque estaba más ligado a los coros y a los ensembles de música antigua. Pronto empecé a dirigir música contemporánea y adquirí de alguna manera una técnica de expresión con las manos sin necesidad de batuta que para mí resultó adecuada. Pienso que el uso de la batuta es una cosa muy personal que depende un poco también de la complexión física de cada director y de cuáles son tus herramientas de comunicación expresiva. Me manejo mejor sin ella pero hay directores que son capaces de comunicar muchísimo utilizándola. Tampoco marca una diferencia fundamental.

«Hice mi camino de forma más arriestaga y me salió bien»

En su momento decidió dejar la enseñanza formal y abandonó el conservatorio, ¿por qué?

Quería ser director de orquesta, y ya fuera en el ámbito académico o no, lo que me interesaba era aprender y aprender, recibir la enseñanza que necesitaba en cada momento. El proceso de formación es algo muy individual y cada persona tiene un ritmo, un orden, y en función de su desarrollo se van despertando unas necesidades u otras. Yo en ese momento decidí tomar otro camino, hacerlo a mi manera y diseñar mi camino de aprendizaje al margen del conservatorio o de las academias, tomando riesgos, evidentemente, porque podía salir mal. Lo único que me interesaba era dirigir y para dirigir nadie te pide un título o un diploma porque lo que cuenta es el bagaje y la experiencia. Hice mi camino de forma diferente, más arriesgada, pero era el que necesitaba y me salió bien.

¿Y por qué ese amor por la dirección de orquesta?

Necesitaba sentir una manera más completa de poder comunicar y transmitir ideas musicales y emociones en un grupo. Eso era lo que me interesaba de la dirección.

Director del año según la prestigiosa revista Musical America, ¿cómo le ha sentado el título?

Es un honor muy grande. Estados Unidos es un país muy importante en mi trayectoria musical y en mi presente musical. También en mi futuro, por lo que es un honor enorme que una publicación tan prestigiosa reconozca mi trabajo siendo europeo. Es, además, una responsabilidad porque, como dice el premio, se atribuye al mejor director del año 2014, es decir, que tiene una previsión de futuro. Es un premio con perspectivas, en referencia al potencial de cada artista, y mi responsabilidad es seguir trabajando y seguir siendo merecedor de ese honor.

Ha dirigido el concierto de Fin de Año y el Concierto de Año Nuevo en la Staatskapelle de Berlín por invitación de Daniel Barenboim y ahora le releva como artista residente en el Festival de Música y Danza de Granada, ¿se considera su heredero?

Barenboim es un referente para cualquier artista. Es una grandísima figura en la música, uno de los grandes titanes de las últimas décadas. Es, además, un gran amigo también y el hecho de que haya confiado en mí para proyectos tan importantes y tan míticos ha sido un motivo de satisfacción. Ahora se ha dado la casualidad de que le sustituyo como artista residente en el Festival de Música y Danza de Granada. Una casualidad también muy bonita.

¿Qué otros referentes tiene?

Tengo muchísimos. No soy una persona que tenga una única opción. De cada director aprendes mucho. Puedo hablar de Claudio Abbado, de Simon Rattle, Harry Christophers, Toscanini, Wilhelm Furtwängler, Pierre Boulez y de algunos más.

«Grabar con Deutsche Grammophon para Archiv es uno de los momentos más importantes de mi vida profesional»

Por si fuera poco todo lo anterior, acaba de debutar con el sello Archiv, lo que le convierte en el primer español en hacerlo. Lo hace con obras de Farinelli, ¿cómo ha sido la elección de este repertorio y cómo ha sido grabar para este prestigioso sello?

Tener la oportunidad de grabar con Deutsche Grammophon para Archiv es uno de los momentos más importantes de mi vida profesional. Ser ahora continuador de esa colección, ser embajador de Archiv y colaborar en esta colección es un orgullo tremendo.

Este disco, además, está enfocado al impacto creativo que tuvo Farinelli en la historia de la música española del siglo XVIII. Más allá de su faceta de cantante fue un emprendedor y un creador que introdujo nuevas corrientes, nuevos estilos y nuevas maneras de ver la música en la España del siglo XVIII. Esto transformó la escena musical española a todos los niveles. Todo ese intercambio que floreció entre España y el resto de Europa aparece en este disco, que está lleno además de primeras grabaciones mundiales, es decir, contiene obras y compositores o bien desconocidos o nunca grabados.

Va a dirigir El Público en el Teatro Real la temporada que viene, ¿ha visto ya la partitura?

Aún no tengo la partitura conmigo y sólo he visto algunos fragmentos. Estoy muy contento de volver al Real con un proyecto así. Siempre que se estrena una ópera es importante para renovar el género. Mauricio Sotelo es uno de los compositores actuales más importantes y que esté ligado a Lorca hace que para mí sea aún más emocionante.

¿Qué proyectos tiene en los próximos meses?

Voy a grabar para Harmonia Mundi la integral de los conciertos de Schumann y debuto en el Festival de Aix-en-Provence dirigiendo La Flauta Mágica con la Orquesta de Friburgo.

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El Mestro Farinelli
Pablo Heras-Casado
Concerto Köln
Bejun Mehta
Archiv Produktion
Duración: 1:07:44
Precio: 16,78 euros (orientativo)