La Galería Pilar Serra presenta en Madrid una exposición del artista alemán Rainer Splitt, tras haber mostrado varias de sus obras en la última edición de ARCO. La muestra, su primera en España, incluye papeles pintados, cajas y pinturas vertidas sobre el suelo y aporta una visión global de los postulados de este artista de fuerte personalidad.

La obra de Splitt, de claridad radical, se basa en el color, obras monocromas entre la pintura y la escultura, aunque quizá se podría hablar de esculturas pintadas. Su forma de trabajar ha evolucionado gradualmente desde 1988, cuando empieza con objetos tridimensionales, a sus primeras pinturas vertidas en 1990, manchas de color, mezcla de pintura y emulsiones sintéticas que, derramadas sobre una superficie, emergen como formas de una gran luminosidad.

En el acto del vertido, Rainer estudia las cualidades del líquido, su potencial para extenderse y el proceso de secado, que parece casual, pero que es una forma de formular preguntas abiertas, cuestiones relacionadas con el espacio y su relación con la materia, la línea y el color.

Minimalismo

Sus cajas recuerdan a Donald Judd y al minimalismo estadounidense, que Splitt tiene en cuenta aunque se distancia de las perfectas cajas de aluminio del maestro, parafraseándolas en cajas de PVC de bajo coste que cambian su función estética de ascética pureza y devienen contenedores vivos de pintura en los que a veces ésta fluye y se traspasa.

Aunque la obra de Rainer Splitt parece estar firmemente situada dentro de las manifestaciones artísticas de las décadas de los 60 y los 70, su trabajo no permite ser reducido a esas tradiciones que, de hecho, renueva y reinterpreta.