Bailly-Maître-Grand desarrolla su trabajo de manera totalmente analógica y artesanal, prestando una atención especial a la técnica fotográfica, al manera de un alquimista. En sus obras se deleita en la experimentación científica de la imagen, por medio de los daguerrotipos, la perifotografía, el virado, la fotografía estroboscópica, las monotipias directas, los rayogramas, etc.

Gracias a esta incesante investigación sobre la imagen y la ciencia fotográfica, su producción transporta al imaginario de aquellos primeros trabajos fotográficos de finales del siglo XIX, como los de Michel Frizot o Louis Daguerre, pasando por Man Ray o, por ejemplo, Marcel Duchamp.

Jugar con la representación

Su obra juega con la representación de un lenguaje iconográfico clásico, con las naturalezas muertas que en ocasiones rozan la abstracción, con los dobles sentidos –en los títulos de sus obras y en las obras en sí mismas– y con un cierto humor negro, reminiscencia de Joel Peter Witkin.

Entre las más de 30 obras que componen esta exposición, los daguerrotipos juegan un papel muy importante, con dos series de siete ejemplares cada una. En una de las salas de la galería, las imágenes surgen de la oscuridad de las paredes, iluminadas por puntos de luz, como si de una cámara mágica se tratara.

La exposición incluye también estrobofotografías como Petite Poussiere d’Eau (1994) y Grande Poussiere d’Eau (1994), varios monotipos de su serie Gemelles (1997) y piezas destacadas, como el díptico Caïn et Abel (2007).

 

Un referente

Patrick Bailly-Maître-Grand (París, 1945), se graduó en Física por la Universidad de París en 1969. Abandonó la práctica científica, debido a problemas de salud, para dedicarse durante una década a la pintura. A partir de los años 80 comenzó a experimentar con la práctica fotográfica y, en especial, con el daguerrotipo, técnica en la que se ha convertido en un referente en el mundo de la fotografía.

Ha realizado exposiciones en todo el mundo y sus obras están en las colecciones de museos como el MoMA, el Centro Pompidou, el Fondo Nacional de Arte Contemporáneo de París, el Museo Victoria de Melbourne, el Centro Sainsbury de Norwich, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Estrasburgo, el Museet for Fotokunst de Odense, el Museum of Fine Arts de Houston o la Collection Louis Vuitton, entre otros muchos.

Su obra ha sido recogida en la monografía Petites cosmogonies (Editorial Mardaga), que incluye un texto del historiador y crítico de arte Philippe Piguet.