Peyroux se ha convertido en una de las principales referencias del jazz actual. Su liderazgo en ventas discográficas roza, incluso, las cifras que arroja otra gran diva del género, la mismísima Diana Krall.

Tras firmar prácticamente todas las composiciones en sus dos últimos trabajos, Bare Bones y Standin’ On The Rooftop, se entrega ahora al revisionismo del cancionero estadounidense que un día la diera a conocer, entregando un disco, The Blue Room, en el que da nueva vida a canciones de autores con cátedra propia como Leonard Cohen, Randy Newman, Buddy Holly o Ray Charles. Este último, a través de su afamado álbum Modern sounds in Country & Western Music, sirve precisamente de guía espiritual en ésta, su última caricia discográfica.

Frescura

Educada entre Estados Unidos y Francia y residente en Nueva York, Madeleine Peyroux sigue atesorando aquella frescura adolescente de cuando tocaba en las calles parisinas por unas monedas. Y ese deje vocal que recuerda a Billie Holiday, salvando las distancias, que son muchas.

Para este The Blue Room, que servirá de argumento principal a su paso por el Auditorio Nacional de Música, la Peyroux ha contado una vez más con ese productor de oro que es Larry Klein, con el que empaqueta 11 delicados temas marcados por la belleza serena de la balada. Le ayudan en su exposición en directo los miembros de una banda hecha a medida.