Marcado por su origen rural, Ruibal creció rodeado de gallinas, ovejas y vacas que dibujaba a carboncillo en el papel de envolver el pan, y desde entonces han sido una constante en su obra. En esta muestra abundan los gatos, los peces, las serpientes y los tigres. Una fauna que refuerza la sutileza del minimalismo y es fruto de una expresión que ha ido cambiando desde principios de los años setenta.

Las obras –pinturas, dibujos y esculturas–, realizadas con técnicas que van desde la tinta china a la serigrafía, fueron recogidas en el año 2012 en un libro también titulado La fauna en la obra de Ruibal. Dibujo-Pintura-Escultura (Follas Novas).