Hace dos años que los canadienses presentaron su cuarto álbum, Creep on creepin’ on, un trabajo lleno de temas que hunden sus profundas raíces en un blues contemporáneo muy refrescante, con un fuerte protagonismo de los tonos bajos, y donde el clarinete, el saxofón, el violín y el acordeón comparten espacio con la guitarra eléctrica.

Un álbum grabado, entre otras localizaciones, en una vieja iglesia reconvertida en estudio de música, que continúa fiel al estilo de la banda. «La idea es hacer la música que amamos», explica Taylor Kirk, su vocalista, «y por lo tanto aceptar el riesgo de sonar como toda la música que hemos amado».

Timber Timbre ofrece dos únicos conciertos en España, ambos en diciembre: el martes 17 en la sala Charada de Madrid y el miércoles 18 en la sala Malandar de Sevilla.