Obras que construyen un territorio imaginario, inventado a partir de metáforas, en el que no hay voluntad de correspondencia con una verdad externa. Urzay utiliza un lenguaje propio, abstracto, gestado y madurado durante tres décadas, que no es concebido ni como medio ni como expresión interior sino simplemente como una herramienta de adecuación al entorno de un momento que le ha tocado vivir.

El proyecto de Urzay genera nuevas configuraciones del mundo a través de la experiencia con el arte y con el conocimiento humano. Su investigación obsesiva de procedimientos técnicos, desde los más tradicionales con pigmentos y aglutinantes hasta la manipulación digital de grabaciones audiovisuales y la interacción con públicos en escenarios específicos muestran una permanente inquietud donde nada queda concluido, nada es definitivo.

Relación estrecha

Darío Urzay ha expuesto en varias ocasiones en Pilar Serra. La primera fue en 2003, con la serie Ae-mol. Cuatro años después, la Galería acogió un proyecto realizado a partir de una acción sobre el paisaje de La Rioja, que llevó a cabo mediante vídeos, esculturas, fotografías y dibujos. En 2011 llegó con Phaistos, obra realizada a partir de imágenes y datos originales que el artista recopiló de esta ciudad cretense, los introdujo en el ordenador y los procesó a través de algoritmos y programas especializados. Los resultados los reformuló creando un mundo paralelo, una realidad hipotética en una particular reinterpretación de la ruina.

A partir de Phaistos, Urzay ha seguido explorando las múltiples facetas de los elementos construidos, lo que ha dado lugar a su última serie de pinturas, donde juega a promover contradicciones y duplicar significados. Mediante pigmentos y resinas comienza interactuando con los pequeños bloques de plástico, los disuelve y los funde con la pintura, el resultado de la operación es cambiado de escala al ser trasvasado fotográficamente al soporte pictórico. Se puede decir que las pinturas se originan en el espacio de los eventos reales y se continúan en un espacio de otros imaginables. El punto de partida se produce en la maqueta de una estructura, que va a sufrir el devenir del tiempo, y que a través de un cambio de dimensión, va a ir construyendo una imagen como metáfora.

Sobre Darío Urzay

Darío Urzay se licenció en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, donde fue profesor de 1983 a 1988. Pasó un año en la Residencia Delfina Studios en Londres, desde donde se trasladó a Nueva York, donde permaneció durante una década. Actualmente reside en Bilbao.

Entre sus últimas exposiciones destacamos su participación en Fiction and Reality: Spanish Art of the 21 st Century in the Contemporay Art Collection of Museo Patio Herreriano, en el Museo de Arte Contemporáneo de Moscú en 2010. En 2012 participa en Juego de Lenguajes en el Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear (Cáceres). Actualmente, dos pinturas de gran formato se incluyen en Selecciones de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao.