La ópera en concierto será interpretada por Concerto de’ Cavalieri, bajo la batuta de Marcello Di Lisa y con las voces de María Espada, Ann Hallberg, Vivica Genaux, Magnus Staveland y Nerea Berraondo.

Durante el carnaval de 1719, siendo maestro di cappella del príncipe austríaco Philipp von Hess-Darmstadt, gobernador de Mantua, Vivaldi compuso la música de una ópera para ser representada en el Teatro de la Villa de Mantua.

La ópera fue titulada Tito Manlio y fue compuesta sobre un libreto del poeta Matteo Noris. Este libreto, al cual se puso música por primera vez en 1696 en la Villa de Pratolino de Florencia, había obtenido ya un enorme éxito por los teatros de Venecia, Ferrara, Livorno, Nápoles, Génova, Verona, Reggio o Turín.

El éxito de la obra se debió tanto a la música como al libreto, el cual arrojó una luz completamente nueva sobre la trágica oposición entre el cónsul romano Tito y su hijo Manlio, según lo narrado por Tito Livio, a través de una trama inteligentemente construida alrededor de las sombras y las luces de las Vertus romaines, valores fundacionales y unificadores de la joven República.

Por lo tanto fue casi natural que al año siguiente, 1720, el Teatro della Pace de Roma hiciera a Vivaldi, el ‘Prete rosso’, su primer encargo romano, para que compusiera una nueva ópera sobre Tito Manlio, basada en el mismo libreto de Matteo Noris pero con música totalmente nueva y distinta de la compuesta para Mantua.

Con condiciones

La invitación recibida por Vivaldi tenía, de todas formas, condiciones particulares: Vivaldi aceptó, pero según práctica común de la época, la ópera fue escrita en colaboración con dos brillantes compositores romanos, Gaetano Boni y Giovanni Giorgi, quienes hicieron importantes contribuciones. Vivaldi fue el encargado de escribir la música del Tercer Acto de este nuevo Tito Manlio, pero sin duda supervisó los otros dos, respectivamente confiados a Boni y Giorgi.

A diferencia de la partitura de Mantua, la música de Tito Manlio de Roma desgraciadamente se perdió, pero su estela musical nos ha llegado a través de un reciente descubrimiento de tres colecciones de arias en Roma copiadas y guardadas en varias bibliotecas de Europa que hicieron posible resucitar la ópera. A día de hoy es posible identificar más de veinte arias, dos dúos y un coro, que ofrecen una imagen viva y entusiasta de esta obra y permiten su reconstrucción bajo la forma de un recital de arias y conjuntos, respetando la cronología dramática del libreto.

La representación de esta magnífica obra perdida y recuperada es la ocasión de revelar el último dramma per musica todavía inédito de Vivaldi. Ello permite, igualmente, gracias a la reputación y a la fama del famoso veneciano, rescatar de la sombra a dos brillantes músicos romanos olvidados pero de los cuales, gracias a esta colaboración, se puede demostrar su enorme talento.