Los autores peruanos enfocan su objetivo sobre la diversidad que aglutina Lima, la capital del país, una ciudad en plena expansión económica que oscila entre la tradición y la modernidad, y que cuenta con nueve millones de habitantes, en su mayoría inmigrantes de origen andino, amazónico, africano, japonés, chino, judío y musulmán.

Las fotografías que se exhiben están acompañadas de textos extraídos de la literatura peruana, entre las que hay citas de Garcilaso de la Vega (1539-1616), César Vallejo (1892-1938), Ciro Alegría (1909-1967), Ricardo Palma (1911-1966), José María Arguedas (1911-1969), Blanca Varela (1926-2009), Oswaldo Reynoso (1931), Mario Vargas Llosa (1936), Fernando Iwasaki (1961) y Jorge Eduardo Benavides (1964).

Cuatro colectivos

de aqui a lima 3Entre los colectivos que exponen su trabajo está el formado por los fotógrafos Jaime Travezán y Morgana Vargas Llosa, junto al director artístico David Tortora, quienes muestran la serie de fotos Mírame, Lima, un conjunto de retratos de familias anónimas que reflejan la riqueza cultural, étnica y religiosa de la capital limeña.

Supayfotos muestra dos series de imágenes, por un lado, Los inocentes, inspirada en el libro de Oswaldo Reynoso, una obra que en los años 60 introdujo por primera vez una prosa con realismo y jerga callejera; y por otro lado, Borde, un conjunto de piezas que muestran la grieta entre el hombre y la naturaleza, entre la ciudad y el Amazonas, como frontera incierta y territorio mágico y voraz.

Por otro lado, el colectivo Versus Photo exhibe la videoinstalación Vacío, donde decenas de transeúntes son fotografiados en la calle principal del centro histórico de Lima, Jirón de la Unión. Se trata de un conjunto de personas que interrogan al observador con miradas vacías y silencios cargados de ruido.

Y por último, el Colectivo MR presenta su serie Poussin en Perú, donde refleja cómo la violencia afecta a la naturaleza. En sus piezas los paisajes italianos de Poussin no resultan tan inocentes como parecen a simple vista. En ellos, fotografía y pintura se unen para dramatizar un hecho real trágico, sucedido en el punto exacto donde se sitúa el disparo.