Por tercer año, El Corte Inglés y Es Baluard colaboran en la producción de un proyecto en el que artistas que forman parte de la colección del Museo son invitados a desarrollar una propuesta de arte relacional. Las dos ediciones anteriores fueron realizadas por Alicia Framis (2012) y Amparo Sard (2013).

Confianza

El artista presenta una pieza que deriva en varias acciones y que ha realizado desde la sobriedad del gesto y la eficacia de la instalación y el dibujo. Una metáfora que muestra más de lo que en apariencia deja ver. Viquez se concentra en un tema que resume alguna de sus obsesiones respecto a las relaciones interpersonales, el de la confianza y sus derivados, entendido desde la decepción respecto al otro y los riesgos que cada uno puede tomar en cada situación a la que le enfrenta la vida.

Con Riesgo necesario, Viquez sintetiza la fragilidad de lo que se considera real y que en sólo unos segundos puede desaparecer sin darle al individuo la capacidad de prever acontecimientos que se le escapan. El proyecto mide la fragilidad respecto a quien previsiblemente soporta un mundo o una situación que se considera controlada y en la que se cree.

Entre el individuo y la sociedad

Marcelo Viquez trabaja con distintos formatos. En sus obras cambia constantemente de herramientas y dispositivos, alternándolos, pasando indistintamente del dibujo a la instalación, el vídeo, la actuación musical o el ready made. Su trabajo contiene una narración continua como radiografía del entorno y de lo que cada uno piensa y siente sin mediar concesiones.

El artista se caracteriza por la búsqueda entre el individuo y la sociedad, y guarda una relación estructural política en todos sus proyectos. Su obra evidencia al otro, la actitud escéptica y nihilista frente un mundo sumido en un caos de reglas, estructuras y mentiras que posicionan al individuo frente a la irrealidad. Las apariencias en el mundo de lo frágil, cuando éste ni tan siquiera mantiene un rumbo determinado, recuerdan a algunas ideas lanzadas por Zygmunt Bauman.

Los habitantes de este mundo se ven abocados a trazar sus estrategias de supervivencia y por eso, cuando Viquez concibe la propuesta en torno al individuo, lo hace pensando en sí mismo, desde un ‘yo’ hermético y corrosivo. El valor crítico del arte cuando tampoco se espera mucho más de él.