Con tan solo 23 años, el madrileño afincado en Frankfurt Pablo Ferrández es el único español que ha sido merecedor de uno de los valiosísimos Stradivarius que cede la Nippon Music Foundation. En concreto ha recibido el violonchelo ‘Lord Aylesford’, uno de los más antiguos que se conservan del maestro de Cremona. Sólo quedan unos cuarenta violonchelos Stradivarius, de los que solo 20 son tocados con regularidad. Uno de ellos es el que toca Ferrández, que data de la misma fecha que el que se conserva en el Palacio Real de Madrid y que anteriormente fue tocado por Janos Starker.

Selecto círculo

El joven intérprete es, además, el único español que ha participado y ha sido merecedor de premios en algunos de los concursos de alto nivel del mundo, como Il Paulo de Finlandia, donde obtuvo el segundo premio. Ha conseguido entrar en el selecto círculo de los Mutter’s virtuosi, creados por Anne-Sophie Mutter, con quien realizará una gira el próximo verano que le llevará a por toda Europa: Edimburgo, París, Bucarest, Copenhague, Luxemburgo o Madrid.

La siguiente cita del joven en nuestro país será en marzo, junto a la Orquesta Real Filarmonia de Galicia, bajo la dirección de Ros Marbá, y donde interpretará el Concierto para violonchelo y orquesta de Dvorak, un concierto que ya interpretó junto al mismo director a los 16 años en el Teatro del Liceu de Barcelona y que figura en su primer disco (junto al Concierto de Schumann), grabado con la Filarmónica de Stuttgart bajo la dirección de Radoslaw Szulc.