Rafael Sanz Lobato (Sevilla, 1932 – Madrid, 2015) muestra en sus fotografías el alma y el carácter de la intrahistoria de España. Reconocido por Cristina García Rodero como su maestro, el trabajo de Sanz Lobato fue lamentablemente olvidado durante años. Sin embargo, sus portentosas series, en las que refleja la diversidad cultural de nuestro país, le situaron en el lugar que su trabajo merece.

Pasión desbordante

Perteneció a una generación irrepetible de fotógrafos de posguerra que a partir de los años 50 del pasado siglo dio a nuestro país una producción documental excepcional. Estos fotógrafos rechazaron las herencias de preguerra y se desvincularon de ellas, trabajaron con espíritu transgresor respecto al entorno establecido, tanto social como político y, naturalmente, con la práctica fotográfica dominante.

Sanz Lobato convirtió la fotografía en una pasión desbordante. Como documentalista realizó varias series: Bercianos de Aliste, La caballada de Atienza, A Rapa das Bestas, o Auto sacramental de Camuñas. La realizada en la localidad de Bercianos, donde retrata de forma magistral la procesión conocida como del Santo Entierro, recibió la atención de la revista Popular Photography, que en el año 1970 le publica un porfolio de cuatro páginas.

Temperamento

Su fotografía documental muestra y hace reflexionar sobre un cierto temperamento de España que evoca y recuerda ciertas vivencias. Es capaz de rememorar, entender e interpretar una manera de vivir en un período no muy lejano de la España profunda, donde el carácter y el alma de este país se manifiestan a través de los ritos religiosos o civiles. Sus imágenes fascinan y enseñan. Fue uno de esos fotógrafos que supo relacionarse con la gente, escucharla, respetarla y fotografiarla. Sus paisajes ilustran una España árida y al tiempo majestuosa. Una España profundamente religiosa que respeta, siglo tras siglo, año tras año, los ritos marcados por una iglesia omnipresente.

En esta exposición se encuentra un magnífico ejemplo del mejor realismo documental, dotado de gran intensidad y sensibilidad. Son documentos clave de la fotografía realista moderna española que han influido de forma importante en autores de las generaciones sucesivas. Su sensibilidad extraordinaria también se encuentra en sus paisajes, donde transforma amaneceres o crepúsculos en pura poesía.

Rafael Sanz Lobato fue un creador inquieto y rebelde, un hombre íntegro, curioso y joven, absolutamente comprometido con su arte y su época.

Series

La muestra, organizada y producida por la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, cuenta con siete series de Sanz Lobato:

  • Bercianos de Aliste. 1971.
  • Rapa das bestas. 1970.
  • Auto Sacramental Camuñas. 1969.
  • La Caballada de Atienza. 1970.
  • Otras historias.
  • Retratos.
  • Bodegones.