El concierto de clausura de la temporada de música 2014-2015 se articula en torno a un conjunto de obras para viola y piano que, en la mayor parte de los casos, no fueron concebidas originalmente para este conjunto instrumental. Es el caso de la Sonata ‘Arpeggione’ de Franz Schubert, con la que el compositor pretendía difundir las cualidades del arpeggione, un híbrido de la viola y el violonchelo (tenía seis cuerdas y trastes pero se tocaba con un arco) creado en 1821. Entre sus virtudes estaban la facilidad para ejecutar arpegios y dobles cuerdas, pero su vida fue efímera. Compuesta en 1824 y dedicada a Vinzent Schuster, la obra permaneció inédita hasta 1871. Desde entonces se realizaron transcripciones para violín y para violonchelo que la han convertido en una obra habitual en el repertorio.

El símil viola-clarinete

Las similitudes entre el registro de la viola y el del clarinete han favorecido el transvase de repertorios de un instrumento al otro. No extraña así que hoy se aborden las Fantasiestücke que Robert Schumann compuso en febrero de 1849, indicando que estas piezas podían ser también interpretadas por la viola o el violonchelo. También para clarinete fue concebida la Sonata en Mi bemol mayor de Johannes Brahms. El compositor la escribió en 1894, inspirado por el talento del clarinetista Richard Mühlfeld, y la publicó en 1895 junto con un arreglo para viola. Es una de sus últimas obras de cámara y refleja el alto grado de perfección formal y desarrollo temático que Brahms alcanzó en su madurez.

Para voz y piano compuso Manuel de Falla sus Siete canciones populares españolas, una obra que ha pasado al repertorio en numerosas transcripciones. El autor las compuso durante los últimos meses de su estancia en París y las estrenó en el Ateneo de Madrid en 1915. María de la O Lejárraga describe así el ambiente del estreno: “[Las canciones] fueron recibidas por él [el público] con evidente frialdad, cortesías un tanto desdeñosas y absoluta incomprensión”. Nada hacía presagiar el rotundo éxito y la extraordinaria difusión de la que gozaría esta obra, en la que Falla emplea melodías y acompañamientos directamente tomados de la tradición popular. La obra más reciente del programa se debe a György Kurtág. Signs, Games and Messages es una colección de miniaturas que el autor comenzó a componer en 1960.

Desde ese año, y hasta 2005, siguió añadiendo piezas que en muchos casos están dedicadas o inspiradas en personas particulares. Así, In nomine-all’ongherese fue un encargo del festival de Witten en 2001, mientras que … eine Blume für Tabea… está dedicada a la intérprete de este concierto.

Intérpres de excepción

  • Tabea Zimmermann

Considerada la mejor violista de la actualidad, Tabea Zimmermann ha actuado como solista con las más destacadas orquestas y, como miembro del Cuarteto Acanto, ha ofrecido recitales por todo el mundo. Ha inspirado a diversos compositores a escribir para la viola y ha introducido numerosas obras nuevas (como la Sonata para viola de György Ligeti, o el Concierto para viola “Über die Linie IV”) en el repertorio habitual. Entre sus grabaciones destacan sus registros de obras para viola sola de Reger y Bach, las sonatas de Brahms, Henri Vieuxtems y Rebecca Clarke y la integral de obras para viola de Paul Hindemith. Ha recibido numerosos premios, entre los que figuran el Frankfurter Musikpreis, el Hessischer Kulturpreis o el Premio Internacional de la Accademia Musicale Chigiana de Siena.

  • Javier Perianes

Javier Perianes, Premio Nacional de Música 2012, ha actuado en las más prestigiosas series de conciertos de todo el mundo y ha colaborado con directores como Daniel Baremboim, Frühbeck de Burgos, Zubin Mehta o Lorin Mazel, entre otros. Sus proyectos discográficos con Harmonia Mundi han sido recibidos de manera entusiasta por la crítica internacional e incluyen grabaciones de obras de
Schubert, Manuel Blasco de Nebra, Mompou, Falla, Chopin o Debussy.

Compromisos recientes y futuros incluyen actuaciones con orquestas como la Sinfónica de Atlanta, la Filarmónica de San Petersburgo, la Sinfónica de San Francisco, la Sinfónica de la BBC, la Orquesta de París, la Sinfónica de Boston o la Filarmónica de Londres, y recitales en Madrid, Barcelona, París, Ravinia Festival, San Petersburgo, Río de Janeiro, Marsella y Ginebra.