La nueva exposición ha sido concebida como un gran teatro donde el público es el espectador privilegiado de una sucesión de escenas del teatro de la vida visto desde el arte.

El responsable de la galería de Barcelona afirma que “una de las misiones del arte es representar la realidad como una celebración de la vida” y “el teatro, como simulacro de la realidad, condensa la narración del artificio en una misma unidad de espacio y de tiempo”. Dos realidades que se dan la mano en la sala de la calle de la Palla gracias al genio de artistas del siglo XVIII hasta la actualidad.

De todas las obras presentes en La celebración de la vida destacan los teatros antiguos grabados por Piranesi o una acuarela de Tapiró de dos músicos en Roma. También muestra una fantástica creación de Nonell que ilustra a los espectadores en un palco, o los dibujos de Giacomo Gurana sobre personajes mitológicos.

Las escenografías están presentes con el romanticismo de Rovirosa y la metafísica y el detalle de Marià Andreu. De la mano de Joaquim Sunyer, la exposición revela el rarísimo grabado del interior de un concierto, mientras que se puede ver el retrato que Ramon Pichot hizo del dramaturgo Eduard Marquina, además de notas espontáneas de Josep Simont o el rostro fantasmagórico de un personaje de Brecht firmado por Modest Cuixart.