La decisión de Douet de emprender un recorrido fotográfico por este pequeño municipio estadounidense surgió como un desafío artístico a partir de su admiración por la obra del pintor, que siempre ha sido una de sus principales referencias. «Me introduje en el universo Wyeth tras un trabajo intenso del mundo del toreo. Forman un círculo mágico en el cual te introduces y se pierde todo a tu alrededor», ha asegurado la fotógrafa.

Su objetivo era captar el misterio y la esencia del trabajo de los Wyeth caminando por las colinas de Chadds Ford y descubriendo a sus vecinos en la actualidad. Cinco semanas de convivencia con las personas y los lugares le sirvieron a la fotógrafa para alcanzar una nueva perspectiva sobre estos artistas, a la vez que pudo crear su propia intimidad en las escenas captadas.

Variaciones

Las 27 fotografías de Douet que se presentan en la exposición constituyen, por lo tanto, una recreación de la producción del artista y, a la vez, una variación, ya que tanto la visión de lo cotidiano que plantea cada uno de los artistas como los secretos que revelan en sus obras son diferentes. “No sólo he construido relaciones cercanas y profundas con la gente de Chadds Ford”, explica Douet, “sino también con antiguos modelos de Andrew Wyeth, llegando a compartir momentos extraordinarios con Helga, su musa secreta durante 15 años”.

Pero para no caer en el sentimentalismo «estuve ocho meses investigando el trabajo de los Wyeth» y de esa forma no caer en la repetición en las cinco semanas que duraba mi estancia. Para sumergirse en el mundo de estos dos artistas, Douet siguió el método de Andrew, es decir, «levantarme a la hora que hiciera falta para captar la luz precisa, para inspirarme», rememora la fotógrafa.

La muestra se exhibe en el balcón-mirador de la primera planta del Museo, con acceso libre desde el vestíbulo central, y cuenta con el patrocinio de Giacometti Peron.