All Yesterday’s Parties intenta demostrar que la música –y particularmente el pop– fue uno de los sustratos emocionales, iconográficos y conceptuales sobre los que se construyó la producción artística del padre del pop art. Un componente a veces invisible, pero esencial para entender su proceso creativo y algunos de los ejes temáticos de su trabajo.

Así, la exposición recorre desde la apropiación y la seriación –nacidas bajo la influencia de músicos como John Cage y La Monte Young a principios de los años sesenta– a la puesta al día del concepto wagneriano de obra de arte total –materializado en espectáculos multimedia como Exploding Plastic Inevitable, con The Velvet Underground–; del culto a las celebridades –plasmado en sus retratos de estrellas como Mick Jagger, Diana Ross o Debbie Harry– a su activa participación en medios de comunicación vinculados de modo directo o colateral a la industria musical, a través de proyectos editoriales como la revista Interview, la dirección y producción de videoclips para bandas de los ochenta –como The Cars o Curiosity Killed The Cat– o innovadores programas de televisión, como Fifteen Minutes para la MTV.

Lecturas transversales

El punto de partida es un aspecto de la producción artística de Warhol considerado marginal hasta hace poco: su aportación a la historia del diseño gráfico musical a través de las portadas de discos. Realizó entre 1949 y 1987 más de 60 portadas para grupos de todos los géneros. El diseño gráfico musical fue una actividad que le acompañó a lo largo de toda su carrera, desde su juventud –su primer diseño data de 1949, cuando tenía tan solo veintiún años y aún no era reconocido como artista–, hasta la plena madurez.

En sus últimos meses de vida, entre 1986 y 1987, realizó portadas de discos para artistas de la talla de John Lennon, Aretha Franklin o Debbie Harry. Analizando estos diseños se revela que en muchas de estas portadas se anticipan soluciones formales e iconográficas que Warhol incorporaría posteriormente a su producción pictórica y cinematográfica, lo que les dota de especial valor para los investigadores y plantea lecturas transversales de su trabajo.

La visión más completa

La exposición está estructurada en varios ejes temáticos ordenados cronológicamente, que se entrecruzan a fin de dar una visión lo más completa posible del papel jugado por la música en el proceso creativo de Andy Warhol.

En cada capítulo, las portadas de discos se exhiben junto a obras sobre diferentes soportes del propio Warhol y de artistas que colaboraron con él en diferentes periodos de su carrera como Ronald Nameth, Nat Finkelstein, Christopher Makos, Hervé Gloaguen, Richard Bernstein o Dan Munroe, y que permiten comprender el modo en que el diseño gráfico musical y la producción plástica se retroalimentaron en los momentos más significativos de su vida.