Cervantes fue un autor de teatro anticipado a su tiempo. Rompía las estructuras dramáticas, prescindía de damas y galanes del falso sentido del honor y de la venganza, de la comedia del enredo con finales previsibles. Prefería crear personajes del pueblo de la vida real de la España de entonces. «Gracias a él podemos ver que el mundo no ha cambiado mucho; siguen los mismos vicios, debilidades, virtudes, preocupaciones y ambiciones del ser humano», asegura el director.

En esta comedia, Cervantes, que se inspira en el personaje folclórico de Pedro de Urdemalas, se adentra en la picaresca a través de un desfile de cómicos, gitanas, alcaldes corruptos, reyes mujeriegos, viudas tacañas, labradores, pastores… Personajes de un entorno bien conocido por el mismo Cervantes hace 400 años. «Leí el texto original de Cervantes y decidí que la única manera de representarlo era con una perspectiva total de lo que es el teatro: un juego, una confianza y complicidad con el público, una mezcla de muchos estilos de comedia, y la magia que el teatro ofrece: meta-meta-teatro», explica Rafter.

Es como un teatro en tres dimensiones con los actores, Daniel Alonso, Jimmy Castro, David Castillo, Cristina Arias, Carolina Herrera, Aleix Melé, Kev de la Rosa, David Soto, Silvana Navas, Natalia Huarte y Sara Sánchez, presentes en el escenario durante toda la obra. Pero el director también introduce al propio Cervantes como otro farsante más, «un creador obsesionado con los personajes que viven en su imaginación, cada uno buscando protagonismo mientras él mira del cielo a la tierra y de la tierra al cielo», concluye.

  • De miércoles a sábado a las 18.00 h. / Martes y domingos a las 17.00 h.
Pedro de Urdemalas. Foto. Alberto Nevado.

Pedro de Urdemalas. Foto. Alberto Nevado.