Durante años se ha creído que Francis Bacon no dibujaba, como él mismo afirmó en varias ocasiones. Sin embargo, desde su fallecimiento en 1992, varias evidencias han desmentido tal conclusión, descubriendo que no solo dibujaba, sino que lo hacía prolíficamente y con la misma maestría con la que pintaba. Desde ese momento, la autenticidad de los dibujos de Francis Bacon ha sido una cuestión controvertida, con procesos judiciales incluidos.

La presente exposición recoge más de medio centenar de dibujos a lápiz, pastel y collage pertenecientes a la colección Francis Bacon Foundation of the drawings donated to Cristiano Lovatelli Ravarino. Obras que el propietario de dicha colección, Cristiano Lovatelli Ravarino (periodista y pareja del pintor durante años), recibió como regalo de manos de Bacon, fechados y firmados por el pintor entre 1977 y 1992.

No se trata, por lo general, de bocetos ni dibujos preparatorios, sino que son obras por derecho propio, muchas de ellas de gran tamaño y apabullante colorido, en las que se repiten algunos de los temas que obsesionaron a Bacon a lo largo de su carrera, como el retrato del papa Inocencio X de Velázquez, las crucifixiones o los retratos y autorretratos.

Comisariada por Fernando Castro Flórez, La cuestión del dibujo pretende arrojar algo de luz sobre una de las cuestiones más discutidas del que probablemente sea unos de los artistas más importantes del siglo XX.