Fontela recorre la memoria del paisaje costero siguiendo la línea de minimalismo estético de su última muestra, al mismo tiempo que evoluciona en sus temáticas. Si en sus anteriores creaciones fueron protagonistas los postes flotantes sobre el agua inspirados por los muelles abandonados del East River de Nueva York o los mares de residuos que dan lugar a sus impactantes vertederos, en sus recientes lienzos son las rocas marinas de las tierras del norte las protagonistas indiscutibles. Las rocas solitarias asoman, enigmáticas, sobre mares de azules intensos expresados en distintos estados de actividad: mar llana, rizada o marejada.

Como indica Enrique Juncosa en el texto introductorio del catálogo, Fontela no busca la representación fidedigna de la realidad, sino su vivencia: “Fontela convierte el paisaje que recuerda, o la memoria de la emoción que este paisaje le produjo, en el acto mismo de pintar. Las rocas o islotes son distintos, de lo que se desprende que no le interesa la representación en sí de una vista determinada, ni tampoco persigue una visión épica de lo sublime».

Por tanto, la obra del joven artista podría considerarse neotradicionalista, ya que demuestra haber conocido los movimientos de la action painting y del pop, así como el informalismo y el minimal. De ese modo, sus pinturas parten de lo figurativo para viajar hacia lo abstracto, es decir, deconstruye una imagen que parte de lo real hacia lo pictórico y son las relaciones entre las formas, las figuras, los volúmenes y los colores los que constituyen el medio de expresión que provoca la sensación pictórica, más que el propio objeto representado.

Hugo Fontela, <em>Norte 4</em>, 2017. Galería Marlborough.

Hugo Fontela, Norte 4, 2017. Galería Marlborough.

 

Precoz pero intensa trayectoria

Fontela recibió en 2005 el XX Premio BMW de Pintura, y en 2007 el premio al mejor artista de ESTAMPA. En el año 2006 participa junto a Juan Hidalgo como artista invitado a la XVIII Bienal de Pintura de Zamora. En 2011, el Museo de la Abadía de Montserrat de Barcelona organiza una amplia muestra de sus trabajos realizados en América. Ese mismo año, fruto de dos estancias en Río de Janeiro junto a Oscar Niemeyer (2009 y 2011), realiza la muestra Niemeyer by Fontela en el centro proyectado por el propio arquitecto en Avilés.

En el año 2014 recibe el Premio Príncipe de Gerona de las Artes por su precoz pero intensa trayectoria artística y expone White Paintings en la Galería Hispánica Contemporánea en México D.F. En el mismo año entra a formar parte de la Galería Marlborough y en 2016 realiza su primera exposición individual en la sede de Madrid titulada Pinturas extrañas.