A lo largo de los últimos treinta años –desde la creación de la Colección ”la Caixa” de Arte Contemporáneo–, la pintura ha asumido la hibridación y la pérdida de las fronteras entre disciplinas artísticas, y ya no está restringida a la superficie de la tela. La pintura, un reto permanente explora esta evolución a través de 39 obras de 33 artistas, en su mayor parte pertenecientes a la Colección ”la Caixa”, con una selección centrada en la abstracción y el concepto de materialidad y de pintura expandida. Entre sus artistas destacan, entre otros, Robert Ryman, Sigmar Polke, Gerhard Richter, Wolfgang Tillmans, Robert Mangold, Ignasi Aballí, Ángela de la Cruz, Ruben Guerrero, Günther Förg, Jessica Stockholder, Juan Uslé y Richard Tuttle.

El recorrido, que incluye numerosas nuevas adquisiciones y obras nunca expuestas hasta ahora en Madrid, permite revisar las obras más antiguas de la Colección desde una perspectiva actual y observar las más nuevas con la referencia de una larga tradición. La selección de las piezas hace, además, hincapié en la materialidad de la pintura. Formas, texturas y colores forman parte de la fisicidad de la obra, sin que la experiencia material de la abstracción esté por encima del proceso conceptual, ya que la pintura siempre parte de la idea y del pensamiento.

Un proceso mental

A principios del siglo XX, la pintura abandonó su función referencial, y de ser una ventana del mundo se propuso como una idea, una representación intelectual que constituyó una realidad visual autónoma. En este proceso ha desencadenado importantes debates, ha sido fuente de inspiración y confrontación y ha marcado un punto de partida de numerosas tendencias artísticas contemporáneas.

Esta exposición, comisariada por Nimfa Bisbe, jefa de las colecciones de arte de ”la Caixa”, explora la pintura como un proceso mental, una idea abstracta que desde el lienzo se expande a otros medios como la fotografía, la escultura, el grabado o la instalación. Es la idea de lo pictórico, que incorpora una comprensión cambiada de la pintura que se plasma entre el concepto intelectual y la sensualidad de la materia.