La exposición, cuyo título hace referencia a un trabalenguas popular, reúne obras clave del proyecto de investigación que ambos artistas desarrollan desde 2014. Trabajos que son una mezcla de artefacto, escultura y performance y que tratan de la fenomenología del habla.

De la Caña al Coro se divide en dos líneas fundamentales. Por una parte, Moldura del habla define una serie de obras que exploran la pronunciación de las palabras a través de la gestualidad muda. Incluye la obra Silabario, así como un programa de molduras específico que atiende a las características del espacio que lo alberga.

La segunda línea, Resonadores de voz, es un conjunto de esculturas sonoras que emulan sonidos próximos a una voz revelada en la materia en su estado más arcaico. Este apartado incluye trabajos como Palabras en masa: ahorra, Palabras figuradas: anhela, Palabras figuradas: feliz, Palabras figuradas: amarra y Palabras figuradas: habla.

Ambas líneas están presentes en la obra performática Neumas, la primera de la serie, realizada en 2014, y «la única en la que conviven la manifestación sonora y gestual de un habla balbuceante y escurridiza cuya limitada y simple artificiosidad señala al objeto escultórico como dispositivo retórico», subraya el comisario de la muestra, Julio Criado, de la Galería Alarcón Criado.

En todas estas piezas, el lenguaje es desmembrado para hurgar en su identidad. Como explican Alegría y Piñero, «la voz, más allá del cuerpo, resuena en cada roce y se expresa en el objeto. La repetición permite apropiárnosla, sin dejar de sentirla como ajena, como voz que nos habla más allá de nosotros mismos».

Julio Criado realiza una «invitación entusiasta» para que gaditanos y foráneos visiten esta muestra «y se dejen llevar por lo que estas piezas transmiten, que realmente es celebrar un elemento esencial del arte como es la comunicación».

El proyecto incluye talleres impartidos por los propios artistas con distintos colectivos de la ciudad.

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Esquivar la voz propia

Alegría Castillo apunta que esta muestra gira en torno a la fenomenología del habla. «Realmente nunca hemos intentado realizar una máquina parlante eficaz y eficiente, sino que hemos buscado un grado cero del lenguaje. La idea es intentar sonsacar un habla en el objeto, en la materia, pero esquivando una voz propia, porque no se trata de tener un discurso hecho y hacer que las esculturas lo digan. Hay un intento en el tiempo de diálogo con estas esculturas, es un proceso muy oracular donde vamos interpretando lo que estas piezas nos van diciendo”.

En esta idea de intentar esquivar esa voz propia, «recurrimos muchas veces a la retórica y a los tropos del lenguaje, porque de alguna manera nos obligan, nos condicionan, nos ponen trampas para que no podamos decir de una manera directa lo que queremos decir, sino lo que el lenguaje te deja expresar».

Enciclolalia. Arqueología del habla. Alegría y Piñero from Universidad de Granada on Vimeo.