La firma nació como Agencia de Información Gráfica de Prensa en 1915, un empeño del patriarca, quien supo aprovechar el talento de su hijo mayor que, con el resto de la familia y otros colaboradores, dominaron, impulsaron y renovaron la fotografía de prensa española en la primera mitad del siglo XX.

La maestría técnica y la capacidad evocadora de las imágenes de la saga fueron apreciadas desde el primer momento y constituyen hoy en día un valioso retrato de nuestro pasado cercano. Los Alfonso relizaron a través de su cámara toda una crónica visual de la España del siglo XX. Fueron testigos de la profunda transformación de su tiempo: de la vida cotidiana, del ocio y la cultura, pero también de los sucesos y acontecimientos que marcarían el devenir de la historia, desde la Guerra del Rif, pasando por la caída de la Monarquía y la llegada de la República, hasta las consecuencias de la Guerra Civil.

A Alfonso padre se le debe la ingeniería de la empresa, en un momento de gran avidez por las imágenes, desencadenada por la aparición de las revistas gráficas. La excelencia técnica de Alfonso padre fue heredada por su hijo, a la que añadió una audacia nueva en los contenidos periodísticos y una excelencia compositiva que identificó siempre a la firma. Ante el estallido de la Guerra Civil, se alineó profesionalmente con la causa republicana. Como testigo de su tiempo cubrió el conflicto, centrando su trabajo en las consecuencias de la guerra en su ciudad, Madrid.

Tras la victoria rebelde, los Alfonso fueron condenados al ostracismo. Obligados por esta circunstancia, Alfonso se centró en el retrato de estudio, fotografiando a todos los protagonistas de la vida cultural, social y política del siglo XX, incluyendo también a los mismos artífices de esa condena, atraídos por la fama y el buen hacer de la firma.

Silencio y discreción

Exposición "Alfonso. Cuidado con la memoria"

El 30 de julio de 1942, el diario El Alcázar les señaló en una columna sin firma titulada Cuidado con la memoria. En ella se aludía al silencio y discreción con el que debía trabajar la compañía, privada ahora de los permisos para ejercer el fotoperiodismo con el fin de evitar “provocar a los que tienen memoria, ofensas que perdonar y agravios que vencer”. A este artículo, y a la memoria como constructora del pasado, hace referencia el título de esta exposición, un recorrido antológico por una selección de más de cien imágenes de diferentes épocas de Alfonso.