La exposición, que se distribuye en 1.700 metros cuadrados, constituye la presentación más completa de la obra de Ono en España en la última década. Su comisariado —a cargo de Jon Hendricks, Connor Monahan y Álvaro Rodríguez Fominaya— propone una lectura amplia y a la vez íntima de una trayectoria que ha trascendido los límites del arte para situarse en el territorio de las ideas, la experiencia y la participación colectiva.

El título de la muestra recupera el nombre de un concierto y exposición que Ono presentó el 20 de julio de 1964 en el Yamaichi Hall de Kioto. En aquella ocasión, la artista exploraba ya los dos ejes que vertebran su práctica: el sonido y la instrucción. Muchas de sus piezas nacen precisamente de ese formato de texto que invita al público a imaginar, ejecutar o completar la obra. En el universo de Yoko Ono, la idea se impone al objeto; la materia es apenas un vehículo para la acción o el pensamiento.

Desde esa premisa, la exposición del MUSAC reúne trabajos que permiten recorrer la evolución de su lenguaje desde los años sesenta hasta hoy. En ellos se despliega la pluralidad de medios que ha cultivado: performance, cine, música, instalación, pintura y fotografía, siempre al servicio de un mismo impulso experimental y participativo.

 

Entre las obras seleccionadas para la muestra figuran algunas de las más destacadas de su carrera, como Cut Piece (1964), Voice Piece for Soprano (1961) o Draw Circle Painting (1964), donde la intervención del público resulta indispensable. La participación —esa invitación constante a cruzar la frontera entre artista y espectador— es una de las claves que definen su obra. El visitante puede adentrarse, por ejemplo, en el laberinto de A MAZE (1971) o atravesar EN TRANCE (1990), una estructura arquitectónica concebida como umbral simbólico entre el juego y la transformación.

La muestra no se limita a revisitar los hitos del pasado. También incorpora proyectos más recientes como DOORS (2011) o INVISIBLE FLAGS (2015), donde resuena con fuerza la dimensión política y pacifista que ha acompañado siempre a Ono. Asimismo, se exhibe una selección de sus películas —varias de ellas realizadas junto a John Lennon— entre las que destacan RAPE (1968), FLY (1970/1971) y Freedom (1970).

La exposición llega en un momento en que la obra de Yoko Ono vive una renovada valoración internacional, con retrospectivas recientes en instituciones como la Tate Modern de Londres, la Neue Nationalgalerie de Berlín o el Museum of Contemporary Art (MCA) de Chicago.

– Consulta la hoja de sala.

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