En concreto, entre 2003 y 2005 realizó dos series, Les rivages du débarquement y Mulberry Harbour, y en 2019 ha regresado para completar el trabajo. La exposición incluye el proyecto completo, que hasta no había sido expuesto en su conjunto.

Nave ha fotografiado los restos del puerto artificial Mulberry B, construido en 1944, en diferentes momentos y desde distintas perspectivas. Panorámicas que miran al mar o a la costa, tomas cercanas o alejadas, en días grises y abiertos con cielos amenazantes o despejados, con mar agitado y en calma, con cientos de gaviotas sobrevolando esos restos o posándose encima de ellos.

Las playas

También ha recorrido las cinco playas del desembarco -que en su día recibieron nombres en clave: Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword- en una serie en la que paseantes, bañistas y atardeceres de hoy en día conviven con los restos del material bélico de otro tiempo.

Como señala la comisaria de la exposición, Oliva María Rubio, «todas las imágenes están impregnadas de una cierta melancolía, muchas de ellas envueltas en una neblina que invita al recogimiento y al recuerdo».

En los vídeos realizados en su último viaje ha podido sumergirse en el mar y hacer tomas desde diversos lugares a lo alto y a ras de tierra, desde dentro del agua y desde fuera, en un intento de hacer sentir al espectador lo que aquellos miles de hombres sintieron al desembarcar en esos lugares hermosos y apacibles, donde muchos de ellos encontraron la muerte.

El proyecto, organizado por la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura, se enmarca en el programa de PHotoESPAÑA 2019.