En El pack, la tecnología digital no es solo un elemento escenográfico sino un personaje más de la obra, indisociable de la temática que plantea: la deriva de las relaciones humanas en la época de las redes interconectadas. El montaje tiene un planteamiento sencillo pero impactante, una atractiva puesta en escena que fusiona el lenguaje teatral y el audiovisual, y los une en un arriesgado engranaje.

El pack. Foto: Ricardo Solís.

El pack. Foto: Ricardo Solís.

La protagonista es Thais, una chica que habita en un espacio aséptico, donde lo único vivo es una planta que está en las últimas. Disfruta de su relación con el mundo hasta que descubre que la virtualidad le ha pasado por encima y que todos somos personajes representando papeles ante las múltiples pantallas que construyen nuestras vidas.

En el siglo XXI el digital nos hace suyos. Incluso los que nacieron analógicos se preguntan cómo se podía vivir sin móvil, sin internet… La virtualidad seduce y se hace imprescindible en el día a día.

La propuesta escenográfica es sencilla, con mínimos elementos que conforman un espacio autosuficiente, aséptico y solitario. Pero las ventanas abiertas al mundo a un toque de clic son infinitas.

La música original, compuesta por Carmen París, se adecua al milímetro a la propuesta dramática, unas veces íntima y acústica, otras electrónica, y siempre certera y emocionante. Sergio Peris-Mencheta, Ana Rayo, Manuela Vellés, Laura Gómez-LaCueva, Félix Gómez, María José Moreno, María Forqué, Jorge Usón y las voces de María Vázquez, Lorena Berdún y Nacho Rubio interactúan con la protagonista en forma de actores virtuales.