La selección incluye un conjunto de tablas, lienzos y obras sobre papel que quieren poner de manifiesto la «enorme importancia y calidad de la pintura en medio de la confusión del mundo del arte».

A Joan Hernández Pijuan (Barcelona, 1931-2005) se le considera uno de los pintores españoles más sutiles, con un estilo propio que le hace inclasificable. Sus dibujos –como su pintura– están inspirados en los campos de Folquer, el paisaje leridano que tanto amaba. El espacio es el gran protagonista, también de las obras que ahora se exhiben en Tiempos Modernos, seleccionadas de su legado personal. Lienzos y papeles realizados en los últimos años del siglo XX y que ponen de manifiesto su genialidad.

Eduardo Arroyo. 'Fantômas déguisé en Giorgio de Chirico', 2006.

Eduardo Arroyo. ‘Fantômas déguisé en Giorgio de Chirico’, 2006.

Pintor, dibujante, escultor y grabador, Eduardo Arroyo (Madrid, 1937-2018) fue un artista total. Toda su carrera se desarrolló en el ámbito internacional, siendo muy reconocido en países como Francia, Alemania o Italia, donde vivió y expuso sus obras en museos de primer nivel. También sus textos han sido traducidos y presentó sus escenografías en colaboración con grandes directores internacionales. Defensor de la “pintura-pintura” –cuya potencia enarboló frente a las nuevas técnicas–, en esta muestra se presentan óleos y dibujos que reflejan muy bien lo mejor del ‘estilo Arroyo’.

En cuanto a Emilia Azcárate (Caracas, 1964), vuelve a este espacio con su último trabajo, pinturas sobre tabla en las que la geometría vuelve a ser protagonista. Obras con mucha fuerza y con mucha historia donde la calidad de la tabla transmite una vibración especial a la pintura.