Morandi fue un artista fiel a su búsqueda personal, a una pintura silenciosa e inmóvil que registra en la poesía de los objetos los estados del alma y el transcurrir del tiempo. Apenas viajó fuera de Italia y permaneció casi toda su vida en su casa-taller de la Via Fondazza en Bolonia. Allí abordó un trabajo en el que los objetos cotidianos, las flores y el paisaje se convirtieron en protagonistas, con la intención de crear, tal y como señaló Ardengo Soffici, «un conjunto armonioso de colores, formas y volúmenes que obedecen exclusivamente a las leyes de la unidad, como la belleza de los acordes».

Alejado de toda corriente pictórica, de las vanguardias, de los experimentos con la abstracción y de cualquier lenguaje oficial o académico, el pintor italiano encontró en los objetos que le rodeaban el hilo conductor de una poética coherente, aparentemente inmóvil y siempre idéntica a sí misma, pero, en realidad, atravesada por continuas variaciones. Ese proceso basado en modulaciones sobre los mismos motivos, en ocasiones tan sutiles que son difíciles de percibir, se conecta con la conocida declaración del pintor en 1955: «Para mí no existe nada abstracto; por otra parte, creo que no hay nada más surrealista, nada más abstracto que lo real». Su lección, en este sentido, resultó fundamental para los pintores que le sucedieron, quienes le consideraron «un artista entre los artistas».

Esta muestra realiza un amplio recorrido por la producción morandiana a través de siete secciones en las que se abordan todos los temas queridos por el artista, fundamentalmente naturalezas muertas, paisajes y jarrones con flores. Al inicio del discurso destacan Autorretrato y Bañistas, dos de los escasos ejemplos de la representación de la figura humana en su producción. Además, a lo largo de ella el visitante encontrará una selección de obras de artistas contemporáneos que, desde distintos medios (fotografía, pintura, escultura y cerámica principalmente), han sabido establecer un diálogo con el lenguaje del pintor italiano. Entre ellos destacan Tony Cragg, Tacita Dean, Joel Meyerowitz, Luigi Ontani, Rachel Whiteread, Edmund de Waal, Alfredo Alcaín o Gerardo Rueda.

Morandi. Resonancia infinita ha sido coproducida por la Fundació Catalunya La Pedrera y podrá visitarse en Barcelona a partir de febrero de 2022.

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Italia

Fundación MAPFRE organiza exposiciones centradas en ese período entre finales del siglo XIX y el ecuador del siglo XX que permiten desentrañar los caminos que conducen a la creación artística contemporánea. En el ámbito del arte italiano, en 2019 celebró Boldini y la pintura española a finales del siglo XIX. El espíritu de una época, tras haber realizado sucesivas muestras sobre los movimientos que marcaron la evolución del arte de ese país: Macchiaioli. Realismo impresionista en Italia (2013), a la que le siguió Del divisionismo al futurismo. El arte italiano hacia la modernidad (2016) y Retorno a la belleza. Obras maestras del arte italiano de entreguerras (2017). Después de estos precedentes, en 2021 fija su atención en un pintor «maestro de maestros».