«Estas fotos retratan el fuerte apego de los mexicanos a la vida y una condescendiente aceptación de la presencia de la muerte», afirma el artista. «Intentan captar la esencia de una tierra de energía vibrante y esqueletos danzantes, un país con más de la mitad de su población por debajo de los veinte años, pero donde la gente mayor es reverenciada. Me interesan esos contrastes entre una luz penetrante y una sombra profunda. Una abrasadora quietud y una rápida explosividad, una tradición multitudinaria y un siniestro progreso, una profunda creencia religiosa, pero la corrupción instalada como una forma de vida».

Sobre la exposición de Madrid hablan Harvey Stein, autor de las imágenes, y el galerista responsable de la muestra, Luis Burgos.


Harvey Stein, fotógrafo

«Estoy comprometido con el mundo encarnándolo en una fracción de segundo»

hsportrait¿Cuándo y cómo surge su interés por México?

Desde que era un niño he pensado en México como un país exótico y fascinante. Un lugar diferente pero, al mismo tiempo, tan cerca de Estados Unidos. Estoy fascinado por su relación y con su aceptación de la muerte, un tema sobre lo que los estadounidenses no piensan y tratan de ocultar. Quería mostrar esta relación y creo que a través de mis imágenes encontré la manera de expresar esta danza entre la vida y la muerte. Desde hace mucho tiempo he ido a pequeños pueblos y aldeas, y a menudo lo he hecho durante las fiestas (Día de los Muertos, Pascua, Día de la Independencia), en las que destaca la alianza única de México con la muerte, el mito, el ritual y la religión. Estoy comprometido con el mundo encarnándolo en una fracción de segundo. Intentar captar lo trascendente hecho ordinario.

Háblenos de Entre la vida y la muerte, su exposición en Madrid.

He fotografiado en México desde principios de los años 90 hasta finales del año 2010. Alrededor de diez o doce viajes. Me gusta mi trabajo sobre el país y pensé que sería relevante que pudiese contemplarlo un público en Madrid, en España, ya que existe una fuerte afinidad entre los dos países. No he exhibido hasta ahora este trabajo en Europa, aunque lo he hecho en varias exposiciones en Estados Unidos que despertaron interés. Pensé que ahora era una buena opción hacerlo en España.

En la cultura mexicana la vida y la muerte se entrelazan. Los mexicanos aceptan la muerte como una parte natural de la vida, una actitud heredada de los aztecas, toltecas y mayas. Para la gente del Antiguo México la muerte no era el fin, sino simplemente una etapa en un círculo continuo. La muerte significaba renacimiento. Los mexicanos siguen considerando la muerte como un paso más allá: es un cambio, una transformación, el alma viaja para iniciar otra vida, otra experiencia. Todo eso me interesa mucho e intento captarlo con mis imágenes.

Sus fotos reflejan contrastes: la vida y la muerte. Lo real y lo imaginario. Niñez y la edad adulta. ¿Busca retratar los contrastes como un sello distintivo de su obra?

Siempre estoy interesado en encontrar contrastes en la vida y en la calle. Me esfuerzo en incorporar contrastes en mis fotografías, ya sea a través de la iluminación o captando el comportamiento en el público y en las calles. Dicho esto, los contrastes son rara vez el tema principal de mi trabajo, aunque si se hace bien, y es lo que he intentado en esta muestra sobre México, siempre acaban por ofrecer una plano más profundo de la fotografía.

¿Considera que la imagen tiene en la actualidad el mismo nivel creativo y la misma consideración artística que otras disciplinas, como la pintura o la escultura?

Nunca me he preocupado de si la fotografía está en el mismo nivel creativo y artístico que las otras artes, incluyendo la pintura o la escultura. Hago mi trabajo, lo que me tiene demasiado ocupado para preocuparme por eso. Dejo que otros discutan sobre el tema. Pero siempre he creído que la fotografía es una forma de arte, siempre fundamental. Importante y fundamental para nuestra vida en múltiples niveles, tanto en el arte, como en la publicidad, el entretenimiento, las comunicaciones, etc.

¿En qué proyecto creativo y artístico está ahora?

Tengo un nuevo libro que sale en el otoño. Es mi tercer libro en cinco años, el volumen final de mi trilogía sobre la ciudad de Nueva York. En 2011 publiqué Coney Island 40 años; a continuación, en 2013, apareció mi libro Harlem Street Retratos. El nuevo libro, Nueva York Street Life, se acerca a la vibrante, emocionante y loca vida en la calle. A las multitudes del centro de Manhattan. Creo que el ritmo de mi trabajo es muy fuerte todavía. Tengo tres o cuatro proyectos de libros terminados y estoy a la espera de publicarlos; una cada dos años. Así que tengo todo el tiempo ocupado y éste es un buen año para mí. También imparto talleres en todo el mundo. Acabo de regresar de Grecia y hace unos meses estuve en Argentina impartiendo ese tipo de enseñanza. Una gran experiencia. Toda una alegría.

El artista

Fotógrafo profesional, profesor, conferenciante, escritor y comisario, Harvey Stein ejerce en la actualidad como docente en el International Center of Photography de Nueva York. Director de fotografía en la Umbrella Arts Gallery, ubicada en el East Village de Manhattan, ha sido miembro de la School of Visual Arts y de la New School University, Drew University, Rochester Institute of Technology y la University of Bridgeport.

Orador en todo el mundo y autor de diversos libros, las fotografías de Stein han sido publicadas en prestigiosas revistas como The New Yorker, Time, Life, Esquire, American Heritage, Smithsonian, The New York Times, Glamour, Forbes, Psychology Today, Harpers, Connoisseur, Art News, American Artist, New York, People, Der Spiegel, Die Zeit, The Hopkins Review y todas las grandes publicaciones de fotografía, incluyendo Camera Arts, Black & White Magazine Shutterbug, Popular Photography, American Photo, Afterimage, PDN, Zoom, Rangefinder, Photo Metro y fotoMagazine.

Su obra ha sido ampliamente exhibida en los Estados Unidos y Europa, con un bagaje de 79 exposiciones individuales y más de 150 colectivas. Ha comisariado 37 exposiciones desde 2007 y su fotografías forman parte de más de 50 colecciones permanentes.


Luis Burgos, galerista

«Stein nos hace mirar el mundo de otra manera»

Luis_Burgos¿Qué le lleva a elegir para esta exposición a Harvey Stein?

Siempre nos ha interesado mucho todo el movimiento de fotografía que transcurre en Nueva York entre finales de los 50 y los 60 y 70 largos. Harvey Stein es uno de esos fotógrafos de ese movimiento de la Escuela de Nueva York, enclavado además en esa categoría que ha dado en llamarse «fotógrafos callejeros», algo que aquí no suena bien, pues parece que hablamos de fotógrafos de feria, pero que en Norteamérica ha sido una forma de pensar la fotografía. Sus representantes han tenido una extraordinaria relevancia en el mundo artístico de la fotografía y han tenido una gran repercusión en la actual forma de concebir la fotografía.

¿Cómo define esa forma de concebir la fotografía?

Se trata de fotografías no pictóricas. Una forma de mirar muy plana, muy rápida. Fotografía de ocasión que se fija mucho en la gente. El interés en el sujeto en general es una de las características más marcadas de la Escuela de Nueva York. Yo como yo y el otro como el otro. La «otredad» de la que hablan los filósofos. Todos tienen una gran pasión a la hora de mirar al ser humano. Robert Frank, el impulsor de este movimiento, decía que aspiraba a que la gente mirase sus fotografías como quien relee un verso de un poema. Que te haga mirar pensando.

Esta exposición se integra en PHotoEspaña…

Así es. Este trabajo de Harvey Stein sobre México no se había mostrado nunca en Europa y aprovechamos que esta edición de PhotoEspaña tenía una de sus metas en temáticas hispanoamericanas para traer su obra. Todo vino rodado para que esta exposición se inscriba en el programa de galerías del festival. La muestra representa a México de una manera maravillosa porque es una mirada desde fuera de México. Una forma estadounidense de mirar hacia ese país. Harvey tiene una gran capacidad visual, una forma de mostrarnos que hace que miremos el  mundo de otra manera.

Al margen de lo dicho, ¿por qué debemos asomarnos a esta exposición?

Es difícil cautivar a los otros para que piensen algo si no tienen ganas de pensarlo. Pero animaría desde la idea de que ver cómo piensan los demás, en el medio que sea, es una forma fascinante de entender el mundo. Asumir que la forma de pensar de uno no es la única. La forma de expresarse de Stein a través de la fotografía nos hace comprender que hay muchos modos de mirar, muchos ángulos, muchos prismas. Ese ejercicio de empatía nos ilustra y nos enseña. Es un regalo.

Un galerista inquieto como Luis Burgos, ¿cómo está viviendo este castigado momento español en relación con la cultura?

Lo vivo con preocupación. No sólo desde la óptica económica, que también, sino sobre todo por la falta de interés general que despierta la cultura, nuestra cultura, en nuestro propio entorno. Un pueblo sin cultura no es nada. Nos definimos por lo que ha quedado fijado culturalmente a lo largo de los tiempos. No nos damos cuenta del desbarajuste que se está montando. Estamos vaciando de contenido nuestro propio ámbito cultural y eso va a tener consecuencias terribles. El desinterés es mucho más preocupante que los aspectos y los problemas económicos. Nietzsche decía que la única actividad metafísica del hombre que perdura es el arte, la cultura, y eso es una realidad absoluta. Es la actividad más desinteresada del hombre y la que va más ligada a las generaciones que están por venir. Cómo hemos sido y cómo hemos vivido es lo que ser refleja metafísicamente en el arte. Me atormenta pensar que el futuro, si seguimos así, va a quedar desleído.