La estancia de Strand en México refleja un período de intensa productividad así como un trabajo en torno al retrato colectivo a través del cual trazó el perfil de una región, reflejando a los individuos que la habitaban así como a las arquitecturas que entonces lo componían, puesto que visitó lugares como Michoacán, Querétaro, ciudad de México, Veracruz, Morelos, San Luis de Potosí o Tlaxcala.

Archivo visual

 

El trabajo desarrollado en México por el fotógrafo demuestra cómo, a través de sus estudios fotográficos y fílmicos, contribuyó a crear un archivo visual del lugar y de las características del país, siendo así una pieza clave a la hora de establecer la fotografía como arte en el siglo XX.

James Krippner, el editor de la obra, es autor de cuatro completos y detallados capítulos que conforman una introducción donde se aproxima a los primeros años de la carrera del fotógrafo para, posteriormente, explorar la representación específica de México que Paul Strand se había propuesto crear a través de sus fotografías.

Por último, el cuarto capítulo examina la concepción y evolución de Redes (1936), un relato en forma de película cargada de ideología estrenado en 1936 en México, EE.UU. y Francia que aborda el trabajo de una pobre comunidad de pescadores del pueblo de Alvarado (Veracruz).

Los textos del historiador Alfonso Morales Carrillo y otros adicionales redactados por Katherine Ware, Leo Hurwitz, David Alfaro Siqueros y Anthony Montoya, completan el libro.

La versión de Redes restaurada por la Cineteca di Bologna, con subtítulos en inglés y francés, producida por Strand para el Estado mexicano y dirigida por Emilio Gómez Muriel y Fred Zinnemann, está incluida en el volumen.

Esta obra ha sido coproducida por la Fundación Televisa, Aperture Foundation y La Fábrica Editorial.

 

Paul Strand

De familia judía originaria de Bohemia, Paul Strand fue uno de los precursores de la fotografía directa o realista, junto a su mentor Alfred Stieglitz y otros fotógrafos de la Photo Secession y la Galería 291, además de un reputado cineasta.

El trabajo de Strand se publicó en la célebre revista Camera Work y se expuso en la Galería 291 de Nueva York. Además, trabajó como fotógrafo cinematográfico independiente y realizó reportajes de deportes y películas médicas.

En 1925 fue uno de los fotógrafos seleccionados para la exposición Siete americanos en la galería Anderson, y en este mismo año comenzó su serie de acercamientos o «close-up» de plantas y de otras formas naturales.

El Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó con Strand en 1945 la primera exposición retrospectiva de un fotógrafo contemporáneo. Durante las décadas de los cincuenta y sesenta viajó por Francia, Italia, Escocia, Egipto y Ghana, dando origen a una serie de importantes libros de fotografía: Un paese (1954), Tir a’Mhurain: outer hebrides (1968) o Ghana: un retrato africano (1976).