Gran parte de las más de 300 fotografías que recoge el libro se hicieron famosas después de publicarse en libros como Images à la sauvette, pero muchas otras, que provienen de la colección y archivos de la Fundación Henri Cartier-Bresson de París, resultarán desconocidas incluso a los especialistas.

Innovaciones y repercusión

Cartier-Bresson produjo reportajes fotográficos sobre la independencia de la India e Indonesia, la China revolucionaria, la antigua Unión Soviética tras la muerte de Stalin, los Estados Unidos del boom de la posguerra, así como las confrontaciones de las culturas europeas y sus desgarros sociales y culturales tras la Segunda Guerra Mundial e imágenes de todos estos acontecimientos están incluidas en el libro.

El amplio ensayo del comisario de la exposición, Peter Galassi, ofrece una perspectiva sobre el destacado alcance de la fotografía de Cartier-Bresson, desde sus innovaciones surrealistas de principios de los años treinta hasta su carrera como periodista gráfico de primera línea tras la Segunda Guerra Mundial.

Estudio y valoración

El estudio y la valoración del gran legado de Cartier-Bresson se aborda también con un detallado itinerario de sus incesantes y larguísimos viajes, documentados con mapas, y una cronología ilustrada de sus reportajes.

Peter Galassi es comisario jefe del Departamento de Fotografía de The Museum of Modern Art de Nueva York. Ha publicado libros como Jeff Wall (2007), Friedlander (2005) y Walker Evans & Company (2000), todos ellos editados por el MoMA.

Henri Cartier-Bresson (Chanteloup, Francia, 1908 – Montjustin, Francia 2004) es una de las figuras más celebradas e influyentes de la historia de la fotografía. Tenía poco más de veinte años cuando la creatividad de sus fotografías, tomadas con una Leica portátil, comenzó a contribuir a la consolidación de la identidad artística de la fotografía moderna.

Tras la Segunda Guerra Mundial, su extraordinario talento para robar imágenes eternas le convirtió en una de las principales figuras del periodismo gráfico, un ámbito muy distinto al suyo. En 1947, Cartier-Bresson participó en la fundación de la agencia Magnum Photos y durante los diez años siguientes creó extraordinarias series fotográficas.

A su retirada de la fotografía profesional, a principios de los años setenta, había producido una obra única por su amplitud geográfica y por la visión histórica que ofrecía sobre las profundas transformaciones sociales, políticas y culturales del siglo.