Cristina Morales es licenciada en Derecho y Ciencias Políticas. Es autora del libro de cuentos La merienda de las niñas (2008) y Los combatientes (2013), un libro sobre una pequeña asamblea de indignados por el que obtuvo el Premio Injuve. En 2015 publicó Malas palabras, una novela sobre Santa Teresa de Jesús; y, en 2017, Terroristas modernos.

Sus cuentos han aparecido en la colección ‘Nuevos relatos para leer en el autobús’ (Cuadernos del Vigía, 2009), en las antologías ‘Cuento vivo de Andalucía’ (Universidad de Guadalajara, Méjico, 2006), ‘Ficción Sur: Antología de cuentistas andaluces’ (Traspiés, 2008), ‘Pequeñas Resistencias 5. Antología del nuevo cuento español 2001-2010’ (Páginas de Espuma, 2010) y ‘Velas al viento. Los microrrelatos de La nave de los locos’ (Cuadernos del Vigía, 2010); así como en las revistas literarias Batarro: Microrrelato en Andalucía (2007) y Zut (noviembre de 2007).

En el curso 2007-2008 disfrutó de una beca como residente en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores (Córdoba). Entre los numerosos galardones que ha recibido están el primer, segundo y tercer premios en la modalidad de relato breve del diario El Mundo (2001, 2002 y 2003 respectivamente). También en 2002 recibió el primer premio del I Concurso de Escritores Noveles convocado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en la modalidad de relato breve. En 2006 recibe este mismo premio pero en la modalidad de novela corta. En 2018 se convirtió en la ganadora más joven del Premio Herralde de Novela con Lectura fácil.

Jurado

El premio, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 20.000 euros. El jurado ha estado presidido por la directora general de Industrias Culturales y Cooperación, Adriana Moscoso del Prado, y la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Begoña Cerro, ha actuado como vicepresidenta. Han actuado como vocales: José María Iturralde, por la Real Academia de la Lengua Vasca / Euskaltzaindia; Martí Domínguez, por el Instituto de Estudios Catalanes / Institut d’Estudis Catalans; José María Micó, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Noemí González, por la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE); Ascensión Rivas, por la Asociación Española de Críticos Literarios; Alfonso Sánchez García, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Marina Sanfilippo, por el Centro de Estudios de Género de la UNED; Ignacio Echevarría, propuesto por el ministro del Ministerio de Cultura y Deporte; y Almudena Grandes, autora galardonada con este mismo Premio Nacional en 2018.

Sobre Lectura fácil

Son cuatro: Nati, Patri, Marga y Àngels. Son parientas, tienen diversos grados de lo que la Administración y la medicina consideran «discapacidad intelectual» y comparten un piso tutelado. Han pasado buena parte de sus vidas en RUDIS y CRUDIS (residencias urbanas y rurales para personas con discapacidad intelectual). Pero ante todo son mujeres con una extraordinaria capacidad para enfrentarse a las condiciones de dominación que les ha tocado sufrir. La suya es la Barcelona opresiva y bastarda: la ciudad de las okupas, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, los ateneos anarquistas y el arte políticamente correcto.

Esta es una novela radical en sus ideas, en su forma y en su lenguaje. Una novela-grito, una novela politizadora que cruza voces y textos: un fanzine que pone en jaque el sistema neoliberal, las actas de una asamblea libertaria, las declaraciones ante un juzgado que pretende esterilizar forzosamente a una de las protagonistas, la novela autobiográfica que escribe una de ellas con la técnica de la Lectura Fácil… Este libro es un campo de batalla: contra el heteropatriarcado monógamo y blanco, contra la retórica institucional y capitalista, contra el activismo que usa los ropajes de «lo alternativo» para apuntalar el statu quo. Pero es también una novela que celebra el cuerpo y la sexualidad, el deseo de y entre las mujeres, la dignidad de quien es señalada con el estigma de la discapacidad y la capacidad transgresora y revolucionaria del lenguaje.

Es sobre todo un retrato –visceral, vibrante, combativo y feminista– de la sociedad contemporánea con la ciudad de Barcelona como escenario.