La presión de ser J.K. Rowling y las tibias críticas recibidas por Una vacante imprevista animaron a la autora a probar suerte escribiendo bajo seudónimo. El pasado abril salía a la venta una novela policíaca con buenas críticas y unas modestas ventas de 1.500 ejemplares. Lo que entonces no sabía nadie es que tras el nombre de Robert Galbraith se encontraba Rowling intentando huir de la presión de ser ella misma.

La soltura de pluma del supuesto escritor debutante, para quien incluso se había ideado una biografía –un militar retirado en 2003 que trabajaba para una empresa dedicada a la defensa–, llamó la atención de alguien en The Sunday Times. Ellos han sido quienes han sabido ir recogiendo las miguitas dejadas por la propia Rowling hasta dar con ella.

La escritora británica había hablado en alguna ocasión de su interés en escribir una novela policíaca y del hecho de que le tentaba lo de publicar bajo seudónimo. Eso, unido a que The Cuckoo’s Calling y Una vacante imprevista compartían editorial, pusieron sobre la pista al equipo del Sunday Times.

La investigación

Y como si de una historia policíaca se tratase, llamaron a dos expertos para que comparasen el estilo literario de la creadora de Harry Potter y de Robert Galbraith. Ambos concluyeron que existían ciertas similitudes sin saber que se trataba de la misma persona.

Al final, el periódico destapó quien se encontraba realmente detrás de la novela, lo que ha supuesto un auténtico empujón de ventas para la misma. En Amazon se ha disparado hasta el número 1, multiplicando un 500.000% las ventas, hasta el punto de que ahora mismo se han agotado los ejemplares.

The Cuchoo’s Calling cuenta la historia de un detective encargado de investigar la muerte de una modelo. Descubierto el engaño, la propia autora lo ha confirmado y ha reconocido que esperaba que este hubiese durado un poco más. Quizás ahora que se sabe que la novela es suya, la incluya en su sitio web, donde aún no figura.