También llamada La Lonja de los mercaderes es una de las obras maestras de la arquitectura gótica tardía, construida entre 1426 y 1447. A la gran sala abierta con sus impresionantes columnas salomónicas, sede de la bolsa y el comercio marítimo hasta 1830, se accede hoy igual que entonces a través del monumental pórtico de la fachada principal, coronado en el tímpano por la escultura del Ángel de la Mercadería. El edificio, restaurado por el Gobierno de las Islas Baleares acoge anualmente la obra de artistas contemporáneos de prestigio internacional.