Fue proyectado por Enrique López-Izquierdo. Como el Bellas Artes y el Príncipe, tiene la singularidad de estar bajo el nivel de la calle. Es actualmente una sala con capacidad para unos 350 espectadores. Se abrió en 1965 bajo la propiedad de la empresa Ezquerra. Tras permanecer cerrado tres meses en 1977, cambió de empresa. Logró mantenerse otros tres años pero, a partir de octubre de 1980 se convirtió en cine. Los empresarios Enrique y Alain Cornejo recuperaron la actividad escénica tras una reforma de Paloma Carnero y reabrió 1999. Pero en los últimos quince años de actividad el cambio de empresarios ha sido bastante habitual. Tras dejar la gestión Enrique Cornejo asumió la programación la compañía Yllana, que se mantuvo entre 2002 y 2004. La siguiente fue Antonia San Juan y posteriormente Emma Ozores las que se encargaron de darle vida al teatro. Definitivamente, en septiembre de 2013 la empresa Arco Mediterráneo Proartis, con José Luis Sánchez Codina al frente, asumió la gestión.