Cuidada decoración
Villa Fontanelle fue decorada por el maestro de la alta costura con sumo cuidado a la hora de elegir cada detalle, como los magníficos mosaicos del suelo y los numerosos objetos de arte. El interés del modisto por involucrase en esta residencia se ve reflejado en su colección de muebles de estilo continental, pinturas, esculturas y bronces del XVIII y el XIX. En total, 550 lotes que pretenden superar los 2,15 millones de euros.
La villa fue levantada en la primera mitad del siglo XIX para el excéntrico Lord Charles Currie y se encuentra situada a unos 70 kilómetros de Milán. Gianni Versace la adquirió en 1977 en un estado de abandono y la restauró convirtiéndola en la magnífica y valiosa mansión que es en la actualidad. Durante los últimos 20 años de vida la consideró como su residencia favorita, siendo marco de los más glamurosos fines de semana que acogieron a celebridades como la Diana de Gales, Madonna, Sting o Elton John. Varias de estas habitaciones formaron parte de los escenarios de las fotografías de Helmut Newton publicados en su libro Do Not Disturb.
Gusto por el neoclasicismo
Las piezas de mayor valor son dos esculturas de tamaño natural de Antonio Canova –con un precio de salida de 21.600 euros–, hasta ahora situadas en el dormitorio de Gianni Versace. La villa fue concebida en torno la temática del cuerpo del hombre. Canova fue el escultor que definió el neoclasicismo, siendo sus esculturas Creugas y Damoxenos un manifiesto del ideal estético del artista. Fue considerado el modelo a seguir para sus contemporáneos que veían en él al “Maestro supremo de la Belleza”. En esta misma habitación cabe destacar una pintura atribuida a Pelagio Palagi, Hércules en el cruce entre el Vicio y La Virtud, realizada en Italia hacia 1820, que parte con un precio de salida de 27.000 euros.
También se incluyen en la subasta una de las colecciones que mejor representan la elegancia, según manifestó Mario Tavella, un par de librerías italianas realizadas en madera de cerezo por Karl Roos, hacia 1814. Originalmente, pertenecieron al Palazzo Borghese en Roma. Coronadas por un frontón triangular, están rematadas por cuatro bustos romanos y una bellísima urna en bronce. En el centro se encuentra el escudo de armas de la familia Borghese sobre un friso con decoración floral.