Ese fue el principio de una carrera que abarca cuatro décadas de saludables audacias y medio centenar de discos con mogollón de gemas propias y alucinantes lecturas de Michael Jackson (Billie Jean), Fito Páez (Un vestido y un amor), Pérez Prado (Patricia) o Nirvana (Come as you are). Capaz de surfear en momentos puntuales sobre las olas del tango, el rap o el rock sin caerse nunca de la tabla. O de revisar la samba (Prenda minha) o los clásicos latinoamericanos (Fina Estampa) sin dejar de ser nunca él, carnal, inteligente y distinguido.

Veloso actúa este lunes en el festival de las Noches del Botánico y lo hará rodeado de sus hijos Moreno, Zeca y Tom. Sonido acústico y delicadeza en las voces para escuchar nuevas versiones de maravillas inmarchitables como Alegría, alegría, Gente, O Leaozinho, Trem das cores, Boas vindas o Todo homem.