Catorce años han pasado desde que Corcuera se diera a conocer con La Espalda Mundo (2000), Premio de la Crítica Internacional en San Sebastián y premio OCIC del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. En ella mostraba tres violaciones de los Derechos Humanos en países tan distintos como EE.UU., Turquía y Perú y dejaba clara su apuesta por el cine de denuncia social y su compromiso con la esencia del ser humano.

Director del Festival Internacional de Cine del Sahara, continuaría con su lucha con películas como La guerrilla de la memoria (2002), En el mundo, a cada rato (2004), realizada con otros tres directores, Invierno en Bagdad (2005) e Invisibles, Premio Goya de la Academia del Cine Español 2008 al Mejor Documental.

Ahora, el director estrena en España su nuevo trabajo, un viaje por un Perú desconocido a través de la música y la gente.“Quería hacer una gran película en mi país y pensé que la mejor manera de hacerlo era cantarlo, hablar de los mundos del Perú desde la música y la poesía popular”, afirma.

La diversidad y el agua

Para ello, Corcuera se embarcó en un proceso de investigación y documentación que duró cuatro años y para el que contó con la ayuda de Ana de Prada, coguionista de la película. “Lo primero que hicimos fue viajar a todos esos lugares, conocer a los músicos y después escribir un guión a partir de todo lo investigado y vivido. Tuvimos varios asesores musicales, encabezados por Chano Díaz Limaco”, continúa.

Finalmente, Corcuera incluyó a músicos tan diversos como la cantante amazónica Ronia Wano (Amelia Panduro), el guitarrista y compositor Carlos Hayre, la cantante criolla Victoria Villalobos, el guitarrista limeño César Calderón, el violinista ayacuchano Andrés “Chimango” Lares o la cantante ayacuchana Sila Illanes. “Algunos son muy conocidos y otros anónimos, sin embargo, todos están al mismo nivel. La música es el alimento del alma en cualquier lugar. Somos la música que sentimos. El Perú es una nación de naciones, un país pluricultural donde existen muchas formas de sentir, existen diferentes maneras de entender lo que somos, muchos mundos y eso se refleja en su música”, señala el director.

La película, además, cuenta con un hilo conductor: el recorrido del agua, que une la historia y entrega el relato a los personajes. Empieza desde los ríos de la Amazonía, luego pasa a los ríos andinos y luego llega al mar. “La música popular le canta al agua desde siempre, como fuente de vida, y de hecho, hoy en el Perú también se sigue luchando por el agua y su defensa es un tema del presente en el país”.

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Sigo siendo (Kachkaniraqmi)

Dirección: Javier Corcuera

Guión: Javier Corcuera / Ana de Prada

Perú / España

110 minutos

Año: 2012