El programa, según las palabras de Miguel Ángel Marín, ha sido diseñado en base a tres premisas: que las producciones quepan en el escenario, que cada música tenga suficiente interés para ser representada en vivo y que pueda adaptarse a la características de los ciclos de la Fundación.

Pulsión teatral

En particual Marín ha destacado tres tres ideas de las que parte la programación. La primera es ‘La música en escena’. La pulsión teatral está recogida en varios proyectos de la Fundación como son la biblioteca, una programación de conferencias, una revista mensual en la que se publica en cada número una obra teatral y ahora también un proyecto didáctico, que se inicia esta temporada y que pretender ser un primer contacto con la ópera en el que participarán más de 5.000 alumnos. «En ese contexto se engloba la idea del teatro musical de cámara, que tiene como misión ofrecer un contrapunto, modesto pero ambicioso, de la visión estandarizada que tenemos de la ópera», afirma Marín.

La Fundación empezó este proyecto hace dos temporados con la ópera de cámara Cendrillón para continuarlo la pasada con Fantochines (en coproducción con el Teatro de la Zarzuela) y con el doble programa Los dos ciegos / Une éducation manquée. En este contexto sigue avanzando y ha programado: Trilogía de Tonadillas de Blas de Laserna y El Pelele / Mavra de Julio Gómez y Stravinski respectivamente. Ambas son en coproducción con el Teatro de la Zarzuela. Además, la Fundación ha decidido apostar por formatos nuevos en relación al teatro, en concreto, por el melodrama. Así, ofrecerá los cuatro melodramas creados por F. Liszt.

Un lugar de encuentro de las artes

Otra de las ideas sobre las que se asienta la programación 2015/2016 es la de ‘Más que música’, es decir, la interdisciplinariedad. Bajo esa búsqueda ofrecerá diferentes ciclos que unen a pintores y a escritores con la música como son los ciclos de jazz dedicados a Max Bill, a Boris Vian o a Cortázar u otros como el dedicado al pintor violinista Paul Klee o al universo musical de Bertolt Brecht.

La tercera idea sobre la que se levanta es la de ‘Visiones musicales’. Para Marín, «es el núcleo verdadero que distingue la manera de programar en esta Fundación a la de otras fundaciones», explica. Dentro de ella tiene lugare el ciclo de Compositores menores de 35 años, el de Música inédita de Carlos IV, el de Itinerarios Musicales, Aflamencados, Polifonías del mundo o el de los Viernes Temáticos que se celebrarán una vez al mes y que contarán con un ciclo dedicado a Las pasiones del alma (admiración, amor, tristeza, deseo, alegría, furia).