En 2011, el Pérez Art Museum of Miami (PAMM) se convertía en el primer gran museo estadounidense en llevar el nombre de un hispano, tras la donación de Jorge Pérez -en obra y recursos- orientada al saneamiento económico de la institución y a su relanzamiento, con la incorporación de un nuevo edificio diseñado por Herzog & de Meuron.

Por su parte, Felipa Jove preside la Fundación María José Jove, que, constituida en 2003, cuenta en su colección con más de 600 obras, entre las que destacan piezas de maestros como Picasso, Léger, Miró, Dalí, Kandinsky, Louise Bourgeois, Kiefer o Gormley.

La ceremonia de entrega de estos galardones se llevará a cabo el 21 de febrero de 2022 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que, junto con una gala benéfica a favor de su Programa de Conservación y Restauración, pondrá fin a una serie de encuentros los días 19, 20 y 21 y en los que participarán figuras del mundo del arte como el escultor Tony Cragg o el actual director del Metropolitan Museum de Nueva York, Max Hollein.

Los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo tienen como misión promover este tipo de patrocinio a través del ejemplo de grandes mecenas que, desde la humildad y la generosidad, comparten su experiencia para inspirar a otros a través de su ejemplo. Impulsados por Fundación Callia, a lo largo de sus siete ediciones se han convertido en la referencia internacional del mecenazgo, con galardonados como Patricia Phelps de Cisneros, el duque de Alba, -Carlos Fitz-James Stuart-, Carlos Slim, Daniel y Estrellita Brodsky o Philippe de Montebello, contando desde 2019 con la Presidencia de la Reina Doña Sofía.

Compromiso con el arte

Estos galardones, que nacieron con la idea de ser una incubadora de nuevos mecenas, congregan cada año a más de cien grandes empresarios de Iberoamérica en torno al compromiso social con el arte. Para su presidenta, Carmen Reviriego, «la sociedad actual necesita más que nunca de líderes con convicciones éticas y morales que muestren la valentía de actuar de acuerdo con arreglo a las mismas. En una sociedad desasosegada, el mecenas es portador de unos valores que, a través del compromiso con el arte, contribuyen a construir una sociedad más sensible, humana, solidaria, justamente en tiempos donde la maravilla tecnológica necesita como nunca el contrapunto humano y ético».