El jurado, que destacó la sensibilidad de la obra de Otto, falló el premio a principios de año y lo ha dado a conocer con dos semanas de antelación tras conocer su fallecimiento. «El tiempo que me quede lo emplearé en hacer lo que he estado haciendo, que es ayudar a la humanidad. He aquí un hombre feliz», dijo entonces el arquitecto, que es el 40 galardonado con este premio y el segundo alemán, cuando recibió la visita del director ejecutivo del Pritzker en su estudio en Warmbronn para comunicarle la buena noticia.

«La noticia de su muerte es muy triste. No tiene precedentes en la historia del premio. Nos alegramos de que el jurado le premiara en vida», destacó Thomas J. Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, que patrocina el premio.

«Mi ambición en arquitectura –destacó Otto al recibir el galardón– consistió en diseñar nuevos tipos de edificios para ayudar a la gente pobre, especialmente después de los desastres naturales y catástrofes, así que qué puede haber mejor para mí que ganar el Pritzker».

El arquitecto, que estaba a punto de cumplir los 90 años, ha sido galardonado por sus ideas visionarias y su trabajo pionero en el campo de las estructuras ligeras adaptables con el uso de materiales ligeros como mallas, atraído por sus «valores económicos y ecológicos». En su comunicado, el jurado destaca que fue «un arquitecto utópico, ecologista, protector de los recursos naturales y un generoso colaborador con arquitectos, ingenieros, biólogos, filósofos e historiadores».

Este galardón fue establecido por la Hyatt Foundation en 1979 y toma su nombre de la familia Pritzker, cuyos negocios proceden de la ciudad de Chicago. El apoyo de esta familia a la educación, actividades culturales, científicas y médicas es muy conocida en EE.UU. El premio fue fundado por Jay A. Pritzker y hoy en día es su hijo mayor, Thomas J. Pritzker, el presidente de la Fundación.

La medalla de bronce que se entrega a los galardonados –junto con 100.000 dólares (71.000 euros)– se basa se los diseños de Louis Sullivan, arquitecto considerado el padre de los rascacielos. En una cara aparece el nombre del premio, y en la otra hay tres palabras inscritas: Firmitas, utilitas, venustas, que se corresponden con los Tres Elementos de la Arquitectura de Henry Wotton en referencia a lo escrito por Vitrubio en sus libros de arquitectura: “El final es construir bien. Las buenas construcciones tienen tres condiciones: solidez, utilidad y belleza”.