Arquitectos de la talla de Santiago Calatrava, Juan Navarro Baldeweg, Jean Nouvel o Rem Koolhass se presentaron al concurso, que finalmente se llevó el arquitecto Peter Eisenman, según el fallo del jurado, “debido a la singularidad tanto conceptual como plástica del proyecto y a la excepcional sintonía con el lugar en el que se sitúa”.

Basado en Santiago

El objetivo de la Ciudad de la Cultura es incentivar el conocimiento, investigación, creación y consumo de la cultura gallega a través de museos, bibliotecas, archivos y auditorios, todos dotados con el nivel tecnológico más avanzado y haciendo uso de los soportes más modernos, no por ello descuidando su conservación.

El proyecto de Eisenman se basa en la ciudad histórica de Santiago de Compostela, concretamente en las cinco rutas de peregrinación de la ciudad medieval que conducen a la catedral, a las que superpone una cuadrícula cartesiana. Todo ello lo traslada, de esta forma, a la cumbre de la montaña. La topografía de la cima deforma el plano y las rutas que quedan distorsionadas y alteradas. Los edificios son tratados con las formas estriadas y suaves de la superficie de la vieira, símbolo tradicional de la ciudad, así vemos superficies curvadas que combinan partes con estrías con partes lisas.

Estos edificios que componen la ciudad están literalmente tallados en el terreno para configurar un urbanismo único en el que los museos, bibliotecas o auditorios se esconden bajo formas enmascaradas. Se trata de un proyecto que respeta un entorno intacto, excavando en el monte de manera que los espacios principales queden aparentemente enterrados, todo rodeado por un gran bosque con jardines concebido con fines educativos y recreativos.

Homenaje a Hejduk

Así se conforma un microurbanismo donde Eisenman tiene en cuenta los factores físicos, culturales y arqueológicos del lugar. El complejo está formado por seis edificios: el Museo de Historia Gallega, el Centro de Nuevas Tecnologías, el Teatro de la Música, el Edificio de Servicios Centrales, la Biblioteca y la Hemeroteca de Galicia, los cuales están rodeados por serpenteantes caminos que confluyen en una gran plaza pública.

El proyecto de Eisenman está acompañado de dos torres botánicas diseñadas en 1992 por el arquitecto John Hejduk (Nueva York, 1929-2000), en principio destinadas para el parque compostelano de Belvís. Estas torres nunca se llegaron a realizar y Eisenman, amigo del autor, propuso construirlas en los terrenos de la Ciudad de la Cultura como homenaje a Hejduk tras su fallecimiento. Estas torres, formadas por un esqueleto de acero con revestimientos diferentes, una de vidrio y otra de granito azul, van a ser destinadas a recepción y centro de información.

 

Peter Eisenman fue uno de los integrantes en los años 70 del grupo Five Architects de Nueva York, ciudad donde tiene su estudio desde 1980: Eiseman Architects. Licenciado en Arquitectura por la Universidad de Cornell, también es licenciado en Filosofía por la Universidad de Cambridge y en Bellas Artes por la Universidad de Chicago, y actualmente imparte clases en la Escuela Cooper Union.

A su arquitectura se la denomina como “deconstructivismo moderno”, en la línea de lo realizado por Frank Gehry o Rem Koolhass. En sus obras, lo más importante es el acercamiento al proyecto y la consideración de la arqueología física y cultural de cada lugar, no los simples componentes y programas de un edificio. Su estudio está especializado en proyectos con una complicada localización, con restricciones pragmáticas y con una estrategia importante para el medio ambiente. Entre sus obras destaca el Monumento al Holocausto, en Berlín, o las viviendas Checkpoint Charlie, en la misma ciudad.