al mundo de la fotografía y de la gastronomía:

Clima y tiempo

Un mercado de alimentos resulta siempre un motivo colorido y atractivo, incluso aunque esté lloviendo a chorros. De hecho, los paraguas, los toldos extendidos y los compradores y vendedores enfundados en impermeables son un estupendo material para una foto. En estas circunstancias, vístase pensando en tener una buena accesibilidad a las cámaras y lentes y sobre todo en mantener su equipo protegido. Si usted está seco pero su equipo no, mal asunto.

Y aunque parezca obvio, es muy importante asegurarse de que el mercado que quiere fotografiar abre ese día y, desde luego, saber qué horas son las mejores para nuestro objetivo. Vaya siempre a primera hora, así podrá hacer buenos contactos con los comerciantes en los momentos en que estos están más tranquilos y además demostrará usted ser un profesional serio.

Equipo

Llévese siempre –si las tiene– dos cámaras y tres lentes, preferentemente una 20-35 para retratos, otra 60-85 para macros y una 80-20 para panorámicas. Yo intentaría llevar dos cámaras montadas siempre conmigo y un objetivo aparte en el bolsillo o bolsa de viaje.

Trabajar con facilidad y velocidad es imprescindible. En un mercado, la acción trascurre rápidamente y a menudo la calle principal está abarrotada de gente. Por eso, un gran angular puede ayudar a captar una gran cantidad de sorpresas inesperadas.

Educación

Sea cumplido y amable. Si alguien lleva un sombrero maravilloso o ve un puesto con una preciosa exhibición de frutas exóticas, dígaselo. Y dígale también que le encantaría hacerles una foto. Se puede intentar sacar una foto de muchas maneras, pero generalmente la mejor es con educación y con una buena comunicación con el objetivo a fotografiar.

Siga disparando

«Digital» significa que puede usted permitirse el lujo de ser un despilfarrador y disparar todas las fotos que quiera, sobre todo retratos, que dan mucho de sí. La gente suele relajarse después de la primera toma, así que aproveche la circunstancia y sáqueles unas cuantas fotos más.

Si quiere que su protagonista mire a cámara, no se lo diga directamente. Pídale que mantenga la cabeza en la posición que le convenga, pero déjele que mire libremente de izquierda a derecha, donde el quiera. Cuando esté dispuesto para sacar la foto, sólo entonces, pídale que le mire directamente. De este modo, sus ojos tendrán una frescura que le permitirán conseguir la mejor toma.

Idioma

Si se decide a filmar en el extranjero es fácil que le surjan problemas con el idioma. Pero no se preocupe, generalmente se solucionan con sonrisas, gestos, lenguaje corporal y simpatía. Ese lenguaje lo entienden en todo el mundo.

Llévese un amigo

A veces, los mercados pueden ser bastante serios, abrumadores y, por lo tanto, desalentadores para sus intenciones creativas. En esas circunstancias, la posibiliadd de tener una cara amiga no demasiado lejos le dará sin duda una buena dosis de confianza. Invite a un amigo a participar en su experiencia.

Además, así le puede utilizar de supuesto modelo mientras lo que está usted haciendo realmente es sacar a escondidas la toma de alguien que de verdad le interesa, detrás o junto a su amigo. Este sistema funciona igualmente bien para un disparo de cerca o para otro a larga distancia con teleobjetivo, tipo francotirador.

Gánese la confianza

No sea nunca prepotente y gánese la confianza de los vendedores ambulantes. Trate de ser su colega. Charle con ellos sobre sus productos, muéstreles su interés por sus cosas, pídales consejos sobre lo que hace un buen comerciante… y, si puede, esté cerca de ellos pero disparando a otros sitios, para que se acostumbren a las cámaras, pero no ofenda nunca a sus clientes, ellos son su modo de vida.

Muestre gratitud

Enseñe a todo el mundo las tomas que les ha hecho y ofrézcales enviarles una copia. Eso ahora resulta muy fácil con la fotografía digital y la gente realmente aprecia este gesto. Puede que hasta le hagan algún regalo como agradecimiento.

Esté siempre preparado

No guarde su equipo hasta que haya abandonado por completo el mercado. Nunca se sabe lo que puede pasar hasta que se haya ido definitivamente. La verdad es que la mayoría de los mercados son igualmente fascinantes tanto a primera hora como al final, con las recogidas de alimentos y desmontajes de puestos.

Los rostros cansados y agotados de los compradores, las calles sucias con restos de comida, las negociaciones de última hora a gritos… Recuerde que estos pequeños detalles incidentales son los que finalmente suman para crear la verdadera atmósfera de un lugar tan peculiar.

Saber cuándo parar

Pero si alguien le pone alguna objeción a que le fotografíe, pare inmediatamente. Ellos tienen allí más amigos que usted y de lo que se trata es de volver a casa de una sola pieza.

Tenga paciencia

Espere a que surja un buen disparo. Agáchese en el suelo y mire quien camina a lo largo de la calle. Algunas tomas puede que necesiten un toque de color que un sencillo anorak de un niño, por ejemplo, se lo puede dar. O un perro que pase cerca. ¿Quién sabe? Mejor espere y vea. La fotografía no es simplemente registrar lo que hay ahí fuera, a veces hay que esperar a que algo suceda.

Y si detecta usted una posible toma que le gustaría registrar, tenga la suficiente confianza como para crearla usted mismo. No tenga la más mínima verguenza en pedirle a alguien que se siente en un sofá de segunda mano que le parezca decorativo o que haga juegos malabares con unas frutas… Si no arriesga, no gana.

Perspectiva

Cambie de vez en cuando su punto de vista. Dispare desde el suelo o desde un ángulo superior. Puede que le venga bien una visión más amplia y una toma cenital se la puede proporcionar.

Pruebe a dejar la cámara ajustada en automático y mantenerla por debajo o por encima de su cabeza mientras camina entre la gente, disparando de vez en cuando. También pruebe a dejarla en alta velocidad, de forma continua durante un tiempo. Se sorprenderá de los resultados.

Y finalmente…

Antes de irse definitivamente del lugar elegido, haga una parada para tomar algo en un café típico del centro del mercado. No sólo le vendrá bien un descanso, sino que siempre es una buena idea dar un paso atrás en el trabajo hecho, evaluar sus tomas e incluso eliminar las que considere realmente malas. Además, ese paréntesis le puede sugerir hacer alguna foto más en el propio interior del café.

El conocimiento de los habitantes locales es sin duda muy valioso y si está usted buscando como subirse a un tejado o tener acceso a una buena ventana, esté seguro de que el dueño del local en el que ahora se está tomando un café es la persona más adecuada para informarle. Y cuanto más gasto le haga, más encantado de ayudarle estará. No lo dude.