La reforma, en la que se ha invertido un presupuesto de 5,48 millones de euros, se ha centrado en la reorganización y redistribución del interior del edificio, techando dos patios ahora convertidos en la recepción y una nueva cafetería, ampliando el número de habitaciones y ganando una mejor accesibilidad y uso de energías renovables, sistemas de ahorro energético y reciclado de residuos. El resultado es un edificio contemporáneo, accesible y respetuoso con el medio ambiente, que además cumple con las exigencias del protocolo verde, convirtiéndose en un edificio medioambientalmente sostenible.

Reordenación del espacio

El Parador se sitúa en pleno casco histórico de Cáceres y ocupa dos edificios emblemáticos: el palacio de Torreorgaz y la casa de Ovando, una de las viviendas nobiliarias que lo circundan. Su excelente ubicación lo coloca como punto de partida en un recorrido por esta histórica ciudad  declarada en 1986 Patrimonio de la Humanidad.

La reforma a la que se ha sometido ha dado lugar a un edificio más actual, accesible y sostenible,  en el que se han tenido en cuenta criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, limitados únicamente por las características de la edificación y su ubicación en el casco viejo de la ciudad.

De hecho, conserva intacto su aire de edificio histórico gracias al mantenimiento de características esenciales de su construcción como muros de piedra, escalinatas, numerosos arcos y su patio interior.

El proyecto ha sido llevado a cabo por los arquitectos Mauro Cano Ayala y Carmelo Cano Moreno, que han reconvertido y modernizado el espacio, que ahora cuenta con  convirtiéndolo en un 39 habitaciones, seis más que antes de las obras, entre las que destacan una adaptada para personas con movilidad reducida y una suite con salón ubicada en la antigua enoteca, con arcos abovedados y vistas al jardín y la calle.

El establecimiento cuenta además con dos patios (antiguamente abiertos) que han sido cubiertos para alojar la recepción y una nueva cafetería. En cuanto a espacios exteriores, destaca en las instalaciones el patio con jardín, habilitado como una extensión del comedor ‘Torreorgaz’ y custodiado por antiguos muros de piedra, numerosos árboles centenarios y un pozo antiguo.