Adquirida junto con Jean Marais en 1947, en ella vivió los últimos diecisiete años de su vida, en compañía de su compañero, Edouard Dermit. Con una ubicación ideal y una bella armonía entre la estética de la vivienda y los jardines, Jean Cocteau decidió hacer de su «refugio» una obra de arte en sí misma, muy acorde con su imagen y sus ensoñaciones.

A una hora de París

A menos de una hora de París, Cocteau logró crear en Milly-la-Forêt las conexiones necesarias entre su espacio y su trabajo, integrando elementos de sus películas –especialmente esculturas– dentro de los jardines.

La casa, y ahora museo, ofrece ahora al público, tras cinco años de obras, una reconstrucción perfecta de las habitaciones, oficina y sala de estar principal, lugar este último que contiene un magistral lienzo de Christian Bérard.

La rehabilitación, dirigida por el arquitecto François Magendie y el equipo de Dominique Païni y Nathalie Crinière –que ya en 2003 organizaron la exposición de Jean Cocteau en el Centro Pompidou– ha instalado también una selección de dibujos de la colección de Cocteau, que incluye, además de lo mejor de él mismo, obras de Picasso, Warhol, Modigliani, Buffet, Blanche o Man Ray, entre otros.

Recuerdos de una vida 

Por otra parte, las fotografías, manuscritos, cartas, periódicos y carteles conservados en la casa recuerdan momentos importantes de la vida y obra de Cocteau: su infancia y adolescencia, las guerras, las amistades (Jean Marais, Coco Chanel, Picasso, Edith Piaf), así como sus trabajos en cine, teatro, música y otros campos.

En la planta baja, una sala de proyección muestra películas de y sobre el poeta y ya de salida, en el jardín bajo una pérgola, se puede disfrutar de una comida ligera y de una visita a la tienda del museo.

El jardín, el huerto y los bosques (dos hectáreas en total), cuya rehabilitación ha estado a cargo del arquitecto paisajista Pianfetti Loïc, resultan lugares ideales para un relajante paseo, con numerosos elementos acuáticos y riachuelos atravesados por puentes, flores de colores, árboles frutales plantados por Cocteau y un palacio muy cercano.

Pierre Bergé, amigo y mecenas

Pierre Bergé, que posee los derechos morales sobre la obra de Jean Cocteau y es el presidente y mecenas de este proyecto, adquirió la propiedad en 2002 con el apoyo del Consejo de Ile-de-France y el Consejo General del Departamento de Essonne, (ambos organismos socios también en las tareas de restauración), a fin de crear un lugar para recordar y redescubrir la obra de Jean Cocteau.

A las afueras del pueblo se encuentra la Chapelle Saint-Blaise-des-Simples, con frescos del mismo Jean Cocteau, que alberga la sepultura del artista. De este modo, la reciente apertura de la casa de Cocteau parece dar un nuevo sentido a su epitafio, que dice sencillamente: «Me quedo contigo».