La policía repitió las acusaciones realizadas anteriormente por la prensa oficial de que «Beijing Fake Cultural Development, una compañía controlada por Ai Weiwei, había evadido una gran cantidad de impuestos y destruyó de forma intencionada documentos de contabilidad».

El artista no podrá abandonar su ciudad de residencia, según ha confirmado el Ministerio de Exteriores chino. «El caso de Ai Weiwei sigue bajo investigación, por lo que sin el permiso de las instituciones ocupadas del cumplimiento de la ley no está autorizado a salir del lugar donde vive, una situación que puede durar según ley hasta 12 meses, y deberá responder a las citaciones judiciales a tiempo», destacó el portavoz de Exteriores Hong Lei, que, además, advirtió que el artista deberá abstenerse de influir en las declaraciones de otros testigos o destruir evidencias.

La esposa del artista –Lu Qing– ha calificado las acusaciones contra su marido de broma, y ha afirmado que la empresa que gestiona los proyectos de Ai está a nombre de ella y es de su propiedad. El artista ha asegurado a las puertas de su estudio que se encontraba bien de salud, pero ha explicado que no podía decir más. Se desconoce la situación de los ocho empleados que también fueron arrestados con Ai Weiwei.

Hipertenso y diabético 

La detención durante 81 días del artista, que sufre hipertensión y diabetes, provocó importantes protestas internacionales de artistas, políticos y activistas, que la consideraron una prueba del creciente deterioro de la situación de los derechos humanos en el país asiático.

El artista de 53 años siempre ha sido crítico con el Gobierno chino. «La sociedad china actual no tiene moral, juicio propio, y la gente no está acostumbrada a asumir su responsabilidad», ha llegado a afirmar. Weiwei es hijo de Ai Qing, uno de los mejores poetas chinos del siglo XX y que durante la Revolución Cultural fue acusado de intelectual derechista por el régimen de Mao Zedong y desterrado a un campo de trabajo.

Estados Unidos, la Unión Europea y algunos líderes occidentales habían pedido su puesta en libertad en reiteradas ocasiones. El primer ministro chino, Wen Jiabao, visitará entre este viernes y el martes que viene Hungría –que ocupa la presidencia rotatoria de la UE–, Reino Unido y Alemania. Estos dos últimos países están entre los que más han presionado a China para conseguir la liberación del artista.

¿Artista comprometido?

ai-weiwei-droppingAunque no le gusta que lo definan como un artista comprometido, el hecho es que Ai Weiwei es uno de los artistas más incómodos para el régimen chino, especialmente después del terremoto de Sichuan, en 2008. Ante el silencio de las autoridades del país a la hora de cuantificar el número de víctimas, Ai Weiwei decidió investigarlo por su cuenta y puso en marcha un blog para recordar a los fallecidos. Las autoridades chinas lo cerraron cuando la lista superaba los 5.000 nombres.

Su carrera empezó en 1978, año en que entró en la Academia de Cine de Beijing con dos de los mejores representantes de la cinematografía china: Chen Kaige y Zhang Yimou. Aquel mismo año fundó el grupo de vanguardia The Stars, precursor del arte contemporáneo chino, que se disolvió en 1983. En 1981 el artista llegó a Nueva York, donde vivió hasta 1993.

Arte conceptual

En Nueva York, Ai Weiwei studio en la Parsons School of Design. Su carrera estuvo basada en el arte conceptual y los ready mades, bajo la influencia de la obra de Andy Warhol y Marcel Duchamp, de los cuales siempre se ha declarado admirador. En sus obras no falta la crítica social o histórica: por ejemplo, rompió un jarrón de la dinastía Han de 2.000 años de antigüedad para “liberarse” de la tradición cultural, o “reconvierte” piezas de mobiliario de la dinastía Ming en muebles sin lógica.

Su arte se ha movido en el terreno de la instalación, la fotografía, la escultura y la arquitectura, disciplina en la cual ha sido reconocido internacionalmente gracias a la colaboración con los suizos Herzog & De Meuron en el diseño del estadio «Nido de Pájaro» para los Juegos Olímpicos de Beijing.

Ai Weiwei vive en China desde 1993. En 2000, fue comisario de la exposición Fuck Off en Shangai, que fue clausurada por la policía (hecho que le dio más publicidad de la que las autoridades esperaban).

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