Serrano mostró durante toda su trayectoria artística y vital un compartido interés por temas formales y de contenido. En su obra, reflexiones en torno a la luz y el espacio se unen a una profunda preocupación por el ser humano. Referente de la escultura pública, fue mucho más allá de los retratos, pues gran parte de sus creación discurrió por los caminos de la abstracción y el conceptualismo. Todo ese recorrido se reúne ahora en Valladolid.

Aragonés de nacimiento, a una edad temprana se traslada a Barcelona, pero será durante su estancia en Montevideo (Uruguay) en los años cuarenta –donde conocería las vanguardias europeas a través de Lucio Fontana y Joaquín Torres– cuando viva su etapa de iniciación a la abstracción. Estas experiencias despiertan en él una inquietud que desemboca en una adscripción a modos cada vez más expresionistas que se concretan, a su regreso a España, en la creación del Grupo El Paso en 1957, desde el que compartió inquietudes y proyectos con Manolo Millares, Antonio Saura, Rafael Canogar o Juana Francés y contribuye a introducir el arte abstracto en nuestro país.

Evolución y compromiso

Ahora, cuando se cumplen 25 años de su muerte, a través de esculturas y dibujos, que se presentan agrupadas en series y acompañadas por las palabras del propio Serrano y de algunas de sus herramientas, se recorre su evolución y compromiso, encargados de ubicar a este artista en un lugar preeminente de la escultura contemporánea en España. Un espíritu renovador del concepto de escultura que vertió en volúmenes e ideas, así como en reflexiones sobre la materia menos manipulable de la creación: el hombre y su relación con el mundo y el arte.

antonio_machado_pablo_serranoSerrano volcaba en su creatividad todo un trasfondo filosófico de notables raíces humanistas. De ello hablan los títulos de las series en las que se embarcó entre 1955, año de su regreso a España, y 1985, período reunido en la antigua iglesia de la Pasión: Ordenación del caos, Quema del objeto, Bóvedas para el hombre, Hombres-bóveda y Unidades-Yunta. Todo ello se completa con lo que denominó Divertimentos con Picasso, la guitarra y el cubismo –homenaje al malagueño con la focalización de la guitarra como eje motor para los cubistas– y una serie de retratos expresionistas en bronce que hizo a amigos y familiares.

Obras ocultas

Pablo Serrano. Escultura y dibujos no sólo presenta una muy completa panorámica de su arte, sino que muestra cinco obras que hasta ahora habían permanecido prácticamente ocultas. Es más, la titulada Anteo, perteneciente a la serie Ordenación del caos, se creía desaparecida, pero gracias a la labor de la comisaria, Dolores Durán, que lleva cuatro años realizando el catálogo razonado del artista aragonés, se localizó en una colección privada.

Esta exposición, producida por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, es un homenaje a este gran escultor, al igual que la que le dedicara el Guggenheim de Nueva York en 1985, año de su muerte.

La ampliación del Museo Pablo Serrano en Zaragoza, que reabrirá esta primavera cambiando su nombre al de Instituto Aragonés del Arte y la Cultura «Pablo Serrano» y que prácticamente triplicará su actual superficie, y la edición del catálogo razonado de su extensa obra escultórica, prevista para después del verano, convierten a 2011 en un año de homenajes a este artista fallecido hace 25 años.

 

Nada al azar

pablo_serranoSerrano no deja nada al azar, aunque en apariencia así se presente. Desde los materiales utilizados, generalmente en desuso, hasta el proceso creativo contribuyen a dar forma a esa inquietud de transcendencia que impulsó al escultor y pintor. En la serie de esculturas de hierros, estos son rescatados dándoles una nueva función en una forma donde el caos acaba teniendo una lógica formal. Pero en su investigación, Serrano fue más allá. En la serie Quema del objeto o drama del objeto profundiza en la transformación de la materia introduciendo en los huecos de sus esculturas materiales como la madera o el papel para ser prendidos, dejando la huella de «la presencia de la ausencia» con los rescoldos. También con Bóvedas y Hombre incide en la necesidad del ser humano por encontrar su sitio en el mundo, lo que plasma en moles escultóricas con huecos de una dualidad entre el refugio y el sepulcro.

 

Valladolid. Pablo Serrano. Escultura y dibujos. Sala municipal de la Pasión de Valladolid.

Del 20 de enero al 6 de marzo de 2011.

Comisaria: Dolores Durán.