“He ido de la oscuridad a la luz”, así es como define José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) las características de su última etapa pictórica. Esta novísima producción nos permite seguir la evolución de sus creaciones que finaliza en una derrama de color y de composiciones atrevidas. “Continúo haciendo pintura abstracta -aclaraba el pintor-, con obras que giran entre cierto rigor geométrico, enfrentadas con un cierto caos organizativo”.

Ajeno a grupos

El artista ha sido relacionado en ocasiones con el grupo Trama, en aquel momento comprometido con la defensa de la pintura frente al arte conceptual, aunque nunca se ha querido sentir miembro de ningún grupo. Broto no se queda atrás y es ahora cuando actúa en paralelo al mundo actual incorporando el uso de programas informáticos que se plasman en impresiones digitales para crear su pintura.

La mezcla apasionante de técnicas y sobre todo la informática en el proceso de creación pictórica, se materializa mediante impresión digital sobre papel de características y dimensiones especiales, o bien a modo de bocetos básicos que luego son trasladados al lienzo a través de los procedimientos habituales.
La obra que nos presenta está fechada entre el año 2002 y 2007 y proceden de galerías y colecciones privadas de diversas ciudades españolas.

Sonido y Color

La colaboración entre pintores y músicos ha sido amplia en el arte español a partir de los años cincuenta del siglo XX, como demuestra el tándem Antoni Tàpies y Quadreny o incluso Manuel Viola y Halffter. En esa línea trabajan Broto y el compositor contemporáneo José Manuel López López.

La muestra se completa con un espacio dedicado a la proyección de dos audiovisuales, Sottovoce (1995) y Estudio II (2003), creadas por Broto con la música de López y consistentes en una serie imágenes electrónicas de 42 minutos de duración.

El resultado es una exquisita música visual que disfraz el estatismo de la pintura y que completa la obra marcando el tiempo y el movimiento. El espectador asiste a una simultaneidad de imagen y sonido, donde se mezclan los lenguajes conexos, pero a su vez perfectamente autónomos e independientes.

El gesto y la luz

Son los tres valores identificativos del trabajo de Broto, según el comisario de la muestra, Rafael Ordoñez. “Fragor de luz nos confirma la ideología optimista del pintor, su inconfundible estilo de contraposición de fondos de color plano y estructuras geométricas con formas sinuosas provocadoras y orgánicas en movimiento.  Es una excepcional exaltación del color que pone de manifiesto la maestría pictórica de Broto, que hace ya mucho tiempo funciona como un organismo sensitivo, intelectual y técnico de alta precisión".

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Alcañiz (Teruel). Broto. Fragor de luz. Sala de exposiciones del Ayuntamiento de Alcañiz.

Hasta el 14 de diciembre de 2008.
Comisario: Rafael Ordóñez Fernández.